Los recientes datos estadísticos sobre criminalidad publicados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), a través de un informe técnico, encendieron las alarmas en relación al acentuado deterioro de las condiciones de seguridad ciudadana que actualmente imperan en el departamento de Lambayeque.
Este documento revela un importante incremento de la victimización y la percepción de inseguridad entre los pobladores de esta región de la costa norte peruana.
Específicamente, la última estadística del INEI señala que el porcentaje de la población lambayecana, de 15 años a más, que fue víctima de algún episodio delictivo durante el periodo comprendido entre los meses de mayo y octubre del año recién finalizado se elevó al 17,5 %, lo que representa un preocupante aumento de 3,4 puntos porcentuales en comparación con el 14,1 % registrado en el mismo lapso durante el 2022. Siendo el arrebato de carteras y celulares el delito más recurrente.
Esta cifra convierte a Lambayeque en uno de los departamentos con el mayor incremento de afectación por hechos criminales a nivel nacional, solo superado por San Martín. Así mismo, según INEI, las regiones en las que la delincuencia hace más de las suyas de manera alarmante son: Tacna (36,1 %), Puno (35,3 %), Lima Metropolitana (33,7 %), Madre de Dios (31,5 %) y Arequipa (30,4 %). En contraste, la victimización en Amazonas (13,8 %), Cajamarca (14 %), Huánuco (16,2 %), San Martín (16,7 %) y Tumbes (17,1 %) resulta ostensiblemente inferior.
A su vez, el sentimiento de zozobra e indefensión ante la creciente ola delictiva que se apoderó de Lambayeque quedó patente en la exorbitante cifra de 88 % que alcanzó la percepción de inseguridad entre los pobladores de este departamento durante el periodo evaluado, muy por encima del ya elevado 81,1 % registrado entre mayo y octubre de 2022.
De hecho, según el sondeo del INEI, únicamente las regiones de Ucayali (93,4 %), Tacna (92,3 %), Cusco (91 %) y Madre de Dios (90,8 %) superan a Lambayeque en cuanto a la sensación de desprotección que embarga a sus habitantes. Por el contrario, la población de Áncash parece vivir en una burbuja de relativa tranquilidad, con solo un 45,9 % que manifiesta temor a ser víctima de algún crimen en los próximos 12 meses.
ACCIÓN POLICIAL
Ante esta creciente ola delictiva que ahoga a la población lambayecana, se exige la urgente implementación de medidas contundentes por parte de las autoridades políticas y policiales con el fin de devolver la tan ansiada seguridad y sosiego a las familias, recuperar la confianza de los ciudadanos y evitar que el departamento siga encaminándose a una situación de emergencia, que ya se vive en otras regiones donde el hampa campea a sus anchas. Es por ello que el actual general PNP Marco Antonio Conde Cuéllar señaló que reforzarán las estrategias preventivas en aquellas zonas donde los indicadores delictivos muestran una peligrosa tendencia al alza y además se establecerá mayor coordinación con los jefes policiales para implementar nuevas estrategias.