Luego de que la ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar anunció que no hay tiempo para realizar trabajos de prevención, solo actividades de preparación ante el Fenómeno El Niño, los past decanos de los colegios profesionales de Arquitectos e Ingenieros de la región Lambayeque se pronunciaron sobre las consecuencias que se originarían.

 

El past decano del Colegio de Arquitectos de Lambayeque, Wilmer Ramírez Namuche, explicó “estamos agosto y es casi un imposible el trabajo de prevención, eso se debió hacer con tiempo…no hay planificación, gestión, no hay nada, lo que hay solo son esfuerzos aislados, pero que no son suficientes”.

 

“Las consecuencias son pérdidas de infraestructura por millones de soles, se van a perder infraestructuras viales, áreas de cultivo, locales de salud y educación, viviendas, el desagüe y drenes colapsados”, indicó.

 

Líneas seguidas comentó “más de 40 años escucho el tipo situación de prever, pero es lo mismo de siempre, esperan que suceda el fenómeno para actuar con asistencia”.

 

“La falta de criterio de nuestras autoridades porque se pueden argumentar muchas cosas, que no hay presupuesto, que no hay nada, pero si ves la parte técnica existe poco, o sea no existe una labor de prevención”, resaltó.

 

A su turno, el past decano del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, Lucio Asalde Vives refirió que, se hubiera priorizado las inversiones regionales para orientarlas a la prevención para no esperar de Lima toda la ayuda.

 

Sin embargo, considera que ahora se debe trabajar en lo que se viene para que cause el menor efecto posible.

 

“Las mayores consecuencias sufren los pueblos más alejados, quedan aislados, sin posibilidad de alimentos, medicina y eso es grave. Sugiero revertir esto”, mencionó.

 

Agregó “debemos actuar porque cuando nos pase el problema Lima simplemente se sacudirá las manos y dirá que hubo buena intención, pero algo no funcionó, al final les echarán la culpa a las regiones (gobiernos regionales y locales)”.

 

Tal como La Industria informó en los últimos días, desde el Ejecutivo Central –Ministerio de Vivienda–, revelaron que, técnicamente no hay tiempo para ejecutar obras de prevención, solamente actividades de “preparación”, tumbándose así la idea primigenia de ejecutar trabajos que evitarán graves daños cuando las lluvias torrenciales lleguen como se sigue anunciando con bombos y platillos.

 

Tras lo dicho por la titular de la cartera Vivienda, expertos en tema de desastres naturales y emergencias concordaron que existió un desconocimiento técnico y confusión respecto al manejo de la prevención.

 

Pero contra todo pronóstico, el Gobierno Central insiste con las declaratorias de emergencia en el norte del país, específicamente en esta región, donde el estado de emergencia por peligro inminente por las intensas precipitaciones pluviales y el posible Fenómeno de El Niño, se prorrogó por 60 días más.

 

La medida fue oficializada a través del Decreto Supremo 089-2023-PCM, publicado el pasado jueves 3 de agosto en el Diario Oficial El Peruano.

 

En dicho decreto, respecto a la región Lambayeque aparecen los 38 distritos (todos) declarando la prórroga de la emergencia.

 

Esta medida se estableció inicialmente el pasado 8 de junio a través del Decreto Supremo 072-2023-PCM, cuya vigencia era también de 60 días.

 

De esta manera los gobiernos locales comprendidos deberán continuar con la ejecución de medidas y acciones de excepción inmediata y necesaria para la reducción del alto riesgo existente.

 

Asalde también aseveró que en los distritos con mayor riesgo deberían habilitarse almacenes donde se guarde alimentos y medicinas para uno o dos meses, de tal manera que cuando sucedan estas lluvias no exista desabastecimiento.

 

“Hay tiempo y recursos para hacerlo, están esperando que Lima venga y nos haga toda la tarea, deberían ya implementar estos lugares”, enfatizó.

 

Puntualizó “hay que trabajar inmediatamente en la protección de los puentes, acondicionarlos para que no se caigan, el puente Reque es un punto crítico”.

 

A su vez, el exdecano de Arquitectos planteó que se debe realizar el “encauzamiento de las cuencas para que se deriven las aguas y en el caso de las ciudades detectar inmediatamente las zonas más bajas y prever la emergencia para poder evacuar esos desagües pluviales que afectarán a todo Chiclayo”.