La falta de control y desorganización en los paraderos de transporte público en el centro de Chiclayo es una problemática que persiste durante años. Jesús Muñoz Zambrano, ingeniero especializado en transporte público y exgerente de Transporte en la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh), se muestra crítico ante “la inacción y falta de liderazgo” para afrontar esta situación.

 

“La ausencia de autoridad genera caos y evidencia la problemática que emerge cuando la regulación y fiscalización son deficientes. Paraderos improvisados proliferan, desencadenando un desorden que complica la movilidad en la ciudad. La MPCh, encargada de controlar esta situación, parece no tener criterio ni directrices claras”, señaló el también exdocente universitario.

 

La necesidad de replantear el modelo de paraderos en el centro y taxis es inminente. El especialista recordó que en 2003, se intentó erradicar los paraderos del centro. A juicio de Muñoz, es imprescindible realizar estudios de rutas largas para una planificación más eficaz y estratégica.

 

“Poner reglas claras y procedimientos precisos son esenciales para un sistema de transporte eficiente. Es necesario crear una ventanilla única para trámites y evitar la interacción innecesaria con funcionarios. Paralelamente, la digitalización de documentos, similar a lo que hace la RENIEC, para agilizar los procesos”, indicó el especialista.

 

Liderazgo, según Muñoz, es un elemento vital para el cambio. “Si la alcaldesa no impulsa la transformación, la Policía tampoco podrá hacerlo. La erradicación de los servicios informales requiere una decisión firme y una estrategia a gran escala, no pequeña”.

 

Además destacó la importancia de formar mesas de trabajo multisectoriales, donde los gremios transportistas se involucren activamente. “Solo con la participación de todos los actores relevantes se podrá implementar un sistema de transporte efectivo y ordenado”.

 

Finalmente Muñoz, instó a las autoridades municipales a tomar acción y dar solución a este problema persistente.

 

Veinticinco mil son los transportistas que se ven afectados por el creciente problema de paraderos informales, por lo que algunos tuvieron que desvincularse de las compañías de transporte para laborar de forma autónoma, a causa de la escasa demanda de pasajeros, según aseguró Wilson Míñope Carbajal, representante de la Coordinadora Regional de Transporte de Lambayeque.

 

De acuerdo con el dirigente, hasta ahora se detectaron 40 paradas no oficiales. “Es deber de la autoridad municipal luchar contra la informalidad en el ámbito del transporte, pero ya son demasiados los espacios que los choferes ocuparon. Ahora se debe evitar que sigan usurpando las calzadas”.