Desde el 1 de junio de este año, el servicio y los establecimientos de salud de la región Lambayeque se encuentran comprendidos en una declaratoria de emergencia debido a que la continuidad de las atenciones médicas se encuentran en riesgo.
La medida abarca a otras regiones y estará vigente por el plazo de 180 días, reza el Decreto Supremo N° 014-2023, tiempo en el que la Gerencia Regional de Salud (Geresa) y el Gobierno Regional (GORE) de Lambayeque deberán implementar una serie de medidas para impulsar estas prestaciones.
CONTEXTO
La emergencia se sustenta en los Informes D000013-2023-DGIESP-MINSA e IT-CDC N° 043-2023 que emitieron distintas direcciones del Ministerio de Salud, entre otras normas, tras verificar los daños causados a la infraestructura sanitaria como consecuencia de las lluvias, lo que a su vez comprometía diversas intervenciones estratégicas como el control de la anemia, la desnutrición de enfermedades metaxénicas –como el dengue–, así como las inmunizaciones.
Un repaso a la situación sanitaria de la región evidencia que tras haber subsistido a una temporada de lluvias que dejó miles de damnificados e inmuebles dañados, incluidos establecimientos de salud y hospitales. Prueba de ello son las afectaciones al servicio de los centros de salud de La Victoria Sector I, Villa Hermosa, Paul Harris, Atusparia, José Leonardo Ortiz, Pítipo y Túpac Amaru, que fueron detalladas en los respectivos informes del Órgano de Control Institucional de la Geresa. Las situaciones adversas eran un riesgo no solo para el personal médico, también para los propios pacientes.
Además, la Gerencia de Salud así como el Gobierno Regional tienen conocimiento desde abril último sobre los deterioros prematuros de los módulos de atención temporal de los centros de salud de Motupe y Olmos, pese a que las obras de construcción fueron liquidadas en enero de este año.
El tema de los recursos humanos tampoco pintaría bien para los usuarios lambayecanos: en la región hay 3,905 trabajadores de salud distribuidos en 189 establecimientos de salud y 4 hospitales; y se tiene entendido que 1,200 de esos trabajadores laboran en el Hospital Docente Las Mercedes de Chiclayo.
UNA DEUDA DE HACE DÉCADAS
El past decano del Colegio Médico de Chiclayo, Víctor Soto Cáceres, señaló que esta emergencia debe apremiar la contratación de personal de salud, así como de medicamentos esenciales. En todo caso, el especialista recomendó que las instituciones comprometidas a esta declaratoria deben empezar por priorizar las necesidades que tiene este sistema que persisten por varias décadas.
“Cuando hay una situación de emergencia, se permite que se puedan hacer algunas actividades que normalmente requieren todo un trámite y eso implica contrataciones de recursos humanos y gastos logísticos que se pueda requerir como medicamentos, entre otros. (La emergencia) esto favorece para dar de una vez una solución, deben definir las prioridades que se requieren. Los recursos humanos son lo importante”, dijo.
LA EMERGENCIA MÁS URGENTE POR ATENDER
La Región Lambayeque cuenta con cuatro hospitales del Ministerio de Salud (minsa) todos con graves e identificadas deficiencias, básicamente a nivel de infraestructura, falta de personal, equipos y medicinas.
“Esto favorece para dar de una vez por todas una solución que lleva esperando décadas, deben definir las prioridades que se requieren. Los recursos humanos son lo importante”
Víctor Soto Cáceres
Past decano de Colegio Médico