Una serie de deficiencias detectó la Contraloría General de la República a través de la subgerencia de Control de Megaproyectos en la ejecución de la obra “Instalación de los servicios de vialidad urbana, agua potable y alcantarillado en la Nueva Ciudad de Olmos”, convocada por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento.

 

Entre las situaciones adversas detectadas por el órgano de control resaltan los problemas sociales que cuestionan el proyecto, los mismos que –según la Contraloría– ponen de manifiesto que durante el diagnóstico efectuado al formular el proyecto de inversión pública, “no se tomó en cuenta a los grupos afectados”.

 

Dicha situación para el órgano de control genera el riesgo que continúen las paralizaciones (de los trabajos) propiciando atrasos en la ejecución de la obra y puesta en servicio; así como el reconocimiento de mayores gastos generales al contratista.

 

También se observó el control de pagos y penalidades. En este tema el órgano de control cuestiona una inapropiada aplicación de la cláusula de penalidades, la misma que genera el riesgo de penalizar por montos menores a los establecidos, propiciando el incumplimiento de las obligaciones contractuales.

 

Las fisuras y un espesor insuficiente en las veredas y sardineles, es otro aspecto observado, lo cual para la Contraloría incide en la calidad de la obra con el riesgo que se afecte el tiempo de vida útil previsto, además del objetivo del proyecto.

 

 

 

Otro asunto deficitario anotado por la Contraloría tiene que ver con los acabados de los fustes (armazón) del concreto armado de los reservorios, en esto, de acuerdo a la evaluación hecha por la subgerencia de Control de Megaproyectos, se corre el riesgo de causar perjuicio a la calidad de la obra y el incumplimiento del objetivo del proyecto.

 

Asimismo, se determinó que desde la etapa de viabilidad del proyecto se excluyeron las obras secundarias del sistema de saneamiento para ser ejecutadas por empresas privadas, sin embargo los colectores secundarios se construyeron a través del Adicional N° 1, sin que hasta la fecha se culmine con todo el sistema de saneamiento. 

 

“Lo descrito genera el riesgo que se afecte el inicio de la etapa 1 del desarrollo urbano de la Nueva Ciudad de Olmos”, admiten en la Contraloría.

 

 

 

La empresa responsable de ejecutar este proyecto es Consorcio Nuevo Olmos, que ganó la Licitación Pública Internacional Nro. 2401-2015 bajo la modalidad de concurso oferta y el sistema de contratación a suma alzada, por un monto ascendente a los 455 millones 754 mil 373,29 soles.

 

Dicho contrato contempla el desarrollo del expediente técnico en dos etapas y luego la ejecución de la obra, las mismas que son: Etapa 1: Expediente técnico de la vialidad urbana, expediente técnico de las redes de agua y alcantarillado y estudio de impacto ambiental.

 

Etapa 2: Expediente técnico de las obras complementarias que comprende la planta de tratamiento de agua potable, planta de tratamiento de aguas residuales y las líneas de conducción e impulsión.

 

Además, se detalla que el proyecto contempla los siguientes componentes: proyecto de vialidad urbana, proyecto de saneamiento (redes), proyecto de saneamiento (plantas de tratamiento).

 

El Ministerio de Vivienda Saneamiento y Construcción también vía Concurso Público Nro. 0011-2016 contrató el servicio de consultoría - supervisión del expediente técnico y la ejecución de las obras de agua potable, alcantarillado y viabilidad urbana del Proyecto Nueva Ciudad de Olmos, cuya buena pro se la adjudicó el Consorcio Supervisor Ciudad de Olmos.

 

 

 

Al respecto, el ingeniero Humberto Heredia Morales, señaló que una obra con demasiadas fisuras siempre es materia de cuestionamiento, pero antes se tendría que ver las causas de las mismas.

 

“En cuanto a la ejecución (de los trabajos), como se sabe no dejan ingresar a la obra, pero se precisa que siempre el cuestionamiento ha sido en sí al proyecto mismo de la Nueva Ciudad de Olmos”, indicó.

 

Heredia recordó que cualquier proyecto que tiene contrato con el Estado contiene mecanismos de ejecución de forma adecuada y ante cualquier falla el contratista está en la obligación de subsanarlas, considerando que la Contraloría es la que debe entrar a tallar y velar por la ejecución de las penalidades a lugar.

 

“La supervisión, también, es la responsable de que se cumplan todos los términos contractuales”, reveló.