Nadie se salva. Peatones y conductores deben lidiar diariamente para transitar en la intersección de las calles Angamos y San José, de la ciudad de Chiclayo, actualmente destrozado por las lluvias y las aguas de desagüe que brotaron por esta zona.

 

A lo largo de ambas vías se puede apreciar las grandes depresiones que ha sufrido el pavimento, en especial la calle San José, que dificulta el pase de los vehículos.

 

La situación intentó ser resuelta por algunos choferes, cuyos paraderos se encuentran cerca de la zona afectada, al rellenar los huecos con piedras. Aun así, varios transportistas expresaron el malestar de los gastos que les viene generando el mantenimiento de sus unidades por las fallas que provocan el pésimo estado de la calle.

 

En tanto, los transeúntes criticaron que las autoridades no se hayan pronunciado sobre el particular. “Todo está cochino, huele mal, qué hace la autoridad, la alcaldesa con la plata”, dijo una mortificada ciudadana, quien al igual que varias personas deben portar mascarillas para reducir las posibilidades de contraer alguna enfermedad provocada por la exposición a aguas servidas.

 

Vale precisar que en la intersección de ambas vías funcionan varios puestos de comida y restaurantes.