A 11 meses de la reubicación, los comerciantes ambulantes pretendieron en la víspera retomar las calles de los alrededores del mercado Modelo, pero un contingente de la Policía Municipal y Policía Nacional, impidió que logren su objetivo, produciéndose enfrentamientos esporádicos.

 

De esta manera, se inició nuevamente el conflicto y en la víspera hubo tensión en la plataforma Arica, ya que además de intentar volver a las calles, los comerciantes pedían una mesa de diálogo con la autoridad municipal de Chiclayo. En su intento lanzaron improperios y amenazas contra el subgerente de Seguridad Ciudadana que dirigía el operativo.

 

Los ánimos se caldearon cuando uno de los vendedores fue intervenido por los serenos; según los informales, solo la Policía Nacional puede detener y decomisar mercadería; “queremos mesa de diálogo, pero ellos nos repelen de esta forma, son 11 meses y hasta ahora no conversan con nosotros. Esa galería Morales está vacía y además ahí son solo 200 puestos y somos más de cinco mil, nosotros recorremos todas las calles para poder vender algo”, expresó uno de los representantes.

 

Al grito de “¡Queremos trabajar!”, “tenemos hambre” y “Gasco el pueblo te repudia”, los informales trataron de ubicarse en la plataforma Arica e indicaron que su consigna era intentar vender porque sus hijos tienen hambre y necesitan que les lleven algo para sobrevivir. Criticaron que la gestión del alcalde Gasco deja mucho que desear y solo exigen diálogo con las autoridades, pero envían al subgerente, quien no se acerca a conversar y los toma como delincuentes, gente desordenada, desobediente, pero no miran el hambre y la necesidad que tienen sus familias.

 

Polidoro Bonilla Sánchez anotó que esperan que el nuevo alcalde que asumirá, tenga un plan de reordenamiento, ya que todas las alternativas de reubicación han fracasado, porque esos mercados ya cumplieron su periodo y lo que quieren es la creación de nuevos mercados para reordenar todo el comercio ambulatorio y de esa manera hallar una salida viable.

 

“No se puede permitir el atropello que han venido cometiendo, hay comerciantes que han fallecido a raíz de los enfrentamientos y los golpes que han recibido de la policía municipal, por eso nuestra indignación y estamos llamando a todos los trabajadores para retomar la calle”, expresó Bonilla, quien indicó que ha sido denunciado por defender a los informales y espera que el Ministerio Público archive esta denuncia.

 

Por su parte, el subgerente de Seguridad Ciudadana, Luis Miranda Orue, observó que se trata de un pequeño grupo, que es el que mueve y agita convocando a más comerciantes, cuando el comercio ambulatorio ya está controlado; “como en Trujillo y Piura las calles han vuelto a ser ocupadas por los ambulantes, acá quieren hacer lo mismo (...) Nadie que tenga sentido común quiere volver a tener el mercado como estaba hace un año”.

 

El subgerente declaró que el objetivo es entregar al nuevo alcalde que asuma, las calles limpias sin comercio ambulatorio y acotó que no son 100 ni 200 los que protestan, sino un pequeño grupo que contrata y llama gente para que hagan alboroto.

 

Remarcó que no lo pueden eliminar en su totalidad porque la necesidad existe, pero sí se puede controlar. Además, refirió que la mayoría (70 a 80 %) del comercio ambulatorio, no era de Chiclayo, sino un comercio flotante que viene de otros lugares, esa gente ya se terminó retirando y quedan unos cuantos. Anotó que en un 90 a 95 % se ha controlado, ya que antes había cerca de siete mil ambulantes.

 

“Es un pequeño grupo, son los mismos desde el inicio, tienen más de 10 a 15 años en la calle y ya no se puede permitir. La necesidad existe, pero no podemos usar nuestras necesidades o problemas para perjudicar a los demás”, aseveró el funcionario.