Ante el aumento de casos de violencia contra los menores de edad en la región Lambayeque, se anhela la creación e implementación del centro de atención integral “Fe y Esperanza” en el centro poblado Motupillo del distrito de Pítipo.
El servicio se brindará de manera gratuita para los niños, niñas y adolescentes, quienes están en situación de desprotección familiar y son víctimas de violencia.
Según el censo del 2017 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática indica que en la región hay 1 millón 197 mil 260 habitantes, de los cuales el 32.2% son niños, niñas y adolescentes, es decir 385 mil 687.
En la provincia de Chiclayo hay 237 mil 956, en Ferreñafe 36 mil 519 y Lambayeque 111 212 menores.
Ahora, según el programa Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el año 2020 cerró con 687 menores de edad en la región quienes fueron víctimas de violencia, de los cuales 112 fueron registrados en la provincia de Ferreñafe.
De enero a julio del 2021 son 584 niños, niñas y adolescentes que han denunciado algún hecho y están situación de desprotección familiar al ser víctima de violencia.
EN PANDEMIA
Estas lamentables cifras revelan que la brecha es alta de niños, niñas y adolescentes quienes son víctimas de la violencia y en la mayoría de casos, es en sus propios hogares donde está su victimario.
Además, demuestran que el año pasado durante la pandemia del Covid-19, la violencia nunca se detuvo, sino que se manifestó con mayor amplitud.
El coordinador regional del Ministerio de la Mujer, César Samamé explicó que ante este panorama decidió iniciar con un proyecto, el cual consiste en la creación de este albergue en Motupillo.
Este proyecto, según indicó es una iniciativa personal y junto a su familia buscan hacerlo realidad. La familia Samamé Segura ha comprado el terreno de 400 metros cuadrados, y esperan que antes de terminar el año registre avances.
En “Fe y Esperanza” se pretende atender a todos los niños, brindando una atención psicológica, atención de salud, atención vocacional para que los menores puedan dejar la situación de violencia e iniciar una nueva vida.
La familia Samamé Segura solicitó la ayuda a todos con su espíritu altruista de poder construir e implementar este albergue.