La movilidad virtual internacional nació a finales de los años noventa como una estrategia de internacionalización en casa, pero no tuvo gran acogida en el contexto académico, ya que se privilegiaba la experiencia de movilidad física.
Sin embargo, el 2020 ha planteado un reto muy grande al proceso de internacionalización de las universidades. Es por ello que esta modalidad ha cobrado vigencia.
“La internacionalización en casa incluye contenidos y características que deben incorporarse a la educación superior para permitir el desarrollo integral de los estudiantes, preparándolos para el exigente mundo globalizado. Este proceso requiere un examen minucioso del currículo en curso y promueve cambios de manera estructural, permitiendo que se incorporen las competencias interculturales”, sostiene Mariella Cantoni, jefa de la Oficina Internacional de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).
LOS BENEFICIOS
Entre los beneficios que ofrece esta modalidad a los alumnos se encuentran: tener una experiencia internacional sin viajar; volver su CV internacional, factor muy valorado por reclutadores; vivir una experiencia única de estudio; crear una red de contactos profesionales y sociales; conocer otras culturas y formas de pensar; adquirir mayor sensibilidad intercultural y empatía y asistir a clases con docentes extranjeros.
Cantoni brinda recomendaciones a los alumnos para aprovechar este proceso de manera óptima. Lo primero es participar en actividades y no académicas que organizan las universidades extranjeras.
Lo segundo, compartir redes personales y profesionales para fortalecer el networking. Asimismo, compartir experiencias pre profesionales y casos del lugar de origen de cada uno.
Finalmente, preguntar y despejar las dudas para aprender nuevos conceptos y realidades.
