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Publicado el Martes, 22 de Junio del 2021

Lambayeque con alta vulnerabilidad ante sismos

Se recomienda participar en el próximo Simulacro Familiar del 29 de junio.
Catorce ciudades de la región Lambayeque presentan alta vulnerabilidad ante un posible movimiento sísmico superior a los 8 grados.
 
Las ciudades que están en esta situación se encuentran: Chiclayo, La Victoria, José Leonardo Ortiz, Lambayeque, Ferreñafe, Túcume, Pacora, Jayanca, Monsefú, Puerto Eten, Ciudad Eten, Pomalca, Tumán y Pucalá.
 
La vulnerabilidad es por el alto riesgo que presentan sus infraestructuras al estar edificadas en un 40% a base de adobe.
 
El otro gran problema es la autoconstrucción, que en el caso de Lambayeque bordea el 60 %, a ello se suma que la construcción se ejecuta en algunos casos sin las licencias respectivas y por ende sin una supervisión y visto bueno, sin planos y sin asesoramiento técnico.
 
El presidente de la Comisión de Gestión de Riesgos de Desastre del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, Carlos Balarezo Mesones, sostuvo que en las zonas urbano marginales la situación es muy grave, pues la mayoría de viviendas están construidas con material rústico, sin columnas, ni vigas de soporte.
 
Las estadísticas indican que solo en la ciudad de Chiclayo existen 6 mil 230 vetustos inmuebles habitables y no habitables que no resistirían un posible sismo de gran magnitud.
En la región Lambayeque las características del suelo son decisivas para entender la vulnerabilidad que la ciudad presenta, debido a que un sismo de regular magnitud podría originar la licuefacción del suelo, pasando este del estado sólido a líquido.
 
Explicó que, el fenómeno se presenta cuando la superficie tiene ciertas características, como estar constituida por arena fina o arena fina limosa y tener altos niveles freáticos. Estas características del suelo se presentan en las tres ciudades más pobladas de la región como son, Chiclayo, JLO y La Victoria.
 
LAS REDES
Otro gran problema es la antigüedad de las redes de agua y alcantarillado, las cuales colapsarían en caso de un sismo, afectando los esenciales servicios y originando mayor destrucción de viviendas, sobre todo en aquellas zonas donde se ubican los emisores y redes principales de desagüe.
 
También genera preocupación las casonas y edificaciones muy antiguas que fueron construidas a base de materiales como quincha y adobe.
 

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