Cada uno con una historia diferente, pero a pesar de lo severo que ha sido la pandemia, las personas con discapacidad tienen las ganas de salir adelante.

Walter Bustamante Calderón es una persona con discapacidad, quien trabaja durante todo el día en el mercado Moshoqueque, vendiendo caramelos. Nos comenta que, vive en el distrito de La Victoria y debe rodar todos los días en su silla de ruedas hasta Moshoqueque, tomando 45 minutos su traslado.

Trata de vender todos los caramelos que sea posible hasta las 6:00 p.m. para llevar el alimento a su casa, donde lo esperan su hija de 11 años de edad y su esposa, quien también usa silla de ruedas, pero ahora se agravó su situación, pues ha perdido el 90% de la visión como consecuencia de la diabetes que padece.

Walter debe trabajar a pesar del temor que significa ser comerciante ambulante y con el aumento de casos Covid-19.

Antes de la pandemia laboraba en el mercado Modelo y toda su vida fue un trabajador independiente.

PRÓSPERO

Próspero Carrillo Santiago es el presidente de la Asociación de los Artesanos con Discapacidad de Lambayeque, quien elabora productos de arcilla. Un negocio que fue afectado totalmente, dada la crisis que se vive.

Durante los últimos 20 años, la producción de cerámica de arcilla disminuyó porque hay demasiada explotación, no se valora el trabajo del artesano y buscan comprar un producto a precios mínimos.

Al ser población vulnerable, las personas con discapacidad están en sus casas tratando de sobrevivir o buscando algunas alternativas. Lamentó el poco interés de las autoridades para ayudar a los artesanos y aquellos que de alguna u otra manera están inmersos en la cultura.

“Los artesanos con discapacidad están confinados en sus casas, algunos afectados por la enfermedad y otros viendo la posibilidad de cómo sobrevivir”, aseveró.

La oficina de la Asociación de los Artesanos con Discapacidad de Lambayeque se ubica en uno de los almacenes de la Gerencia Regional de Educación, lugar de donde se busca desalojarlos.

Proponen la venta de sus productos en espacios públicos, como el parque infantil, explanada de museos, parques, plataformas deportivas, etc.

Antes de la pandemia las personas con discapacidad tenían problemas para desarrollarse, ahora continúan siendo postergados