Desde el 2018, el centro de rehabilitación ‘Jehová es mi Padre – Toribia Castro’ continúa realizando una ardua labor en la atención de lambayecanos que recaen en el consumo de drogas y alcohol.
Nancy Chapoñán Castillo, quien lidera el mencionado centro terapéutico sin fines de lucro, explicó que actualmente albergan a 32 internos, los cuales reciben terapias psicológicas para modificar sus comportamientos y evitar que sean excluidos de la sociedad.
“Desde hace 2 años decidí registrar el centro en Registros Públicos para realizar un plan piloto con jóvenes y adultos que recaen en la drogadicción y alcoholismo, pero considero que necesitan ayuda emocional y psicológica para alejarlos de los caminos incorrectos”, señaló.
En ese sentido, refirió que ofrecen alimentación, alojamiento, estudios y actividades recreativas. “El centro es como una casa para estas personas que necesitan ser escuchadas y comprendidas para solucionar la problemática que les impide desarrollarse como personas y profesionales”, dijo.
Asimismo, indicó que la labor social realizada ha beneficiado hasta la fecha a 120 personas. “Estas personas ya están realizadas. Muchos ya se dedican a estudiar en universidades y aspiran a llevar una mejor calidad de vida”, explicó.
En otro momento, indicó “sustento este centro y no pretendo lucrar con los servicios que brindamos, a veces algunas personas e instituciones han mostrado su interés en esta propuesta en favor de los jóvenes adictos y nos otorgan donaciones de cualquier índole”.
Chapoñán Castillo también puntualizó que pese a los inconvenientes que ocurrieron el pasado año al interior del centro de rehabilitación, persiste en alojar a personas que carecen de apoyo y sustento para salir del vicio de las drogas y el alcoholismo. “El año pasado estuve a punto de dejar esta labor, pero con paciencia y fe continúo trabajando por atender a estas personas que necesitan este apoyo, pero por falta de recursos y atención se ven en la obligación de inclinarse por el camino incorrecto”, finalizó.