El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables a través de los 12 Centros de Emergencia Mujer en la región registra 2760 casos de violencia familiar a noviembre, pero a nivel de Ministerio Público se registra 7262 ingresos de expedientes.

 

Durante el año 2019 se ha registrado 4138 casos y 6 tentativas de feminicidio.

 

La coordinadora del Frente de Mujeres Empoderadas de Lambayeque, Angélica Musayón Chira, indicó que el confinamiento por la pandemia ha visibilizado la grave situación que vive la mujer en la casa, espacio donde debería estar libre de todo riesgo y peligro; sin embargo, es el lugar donde frecuentemente está sometida a situaciones de violencia física, psicológica y sexual.

 

Sostiene que, los gobiernos locales y regionales deben comprometerse más en la implementación de políticas públicas para la prevención de violencia contra las mujeres, pero políticas con presupuesto para que no queden en simples reuniones o papeles.

 

“Los gobiernos solo han estado informando las actividades que han realizado las demás instituciones, pero no hay actividades resaltantes que ellos mismos estén impulsando como órgano representativo del Estado”, expresó.

 

Es importante replantear algunas acciones, como sensibilizar más al grupo que convive cerca a la mujer, respecto al respeto que deben tener a su dignidad e integridad de mujer. Todos deben asumir el compromiso al cuidado a la mujer en todas sus etapas de la vida

 

“Hay incremento de embarazos en adolescentes y un 98% es producto de violaciones, también están las adultas mayores. Es necesario que se cumpla los roles desde el grupo familiar para que sea un espacio que garantice el ejercicio y reconocimiento de derechos humanos de la mujer, así como equidad de los roles y responsabilidades”, aseveró.

 

Musayón dijo que hasta ahora no se ve que a las víctimas de violencia se le facilite un soporte emocional y psicológico permanente. Se necesita que un programa de soporte psicológico de por lo menos cuatro años de duración.

 

“El Estado ha implementado programas de atención psicológica para las víctimas de violencia, pero son muy breves e incluso muchas mujeres no tienen acceso porque los consultorios psicológicos están saturados, no atienden solamente violencia familiar sino otros problemas psicológicos”, acotó.

 

Estos programas deben asegurar a las mujeres una atención de por lo menos cuatro años, es el promedio de tiempo en que se necesita para recuperarse.

 

Tiene que continuar la implementación de las casas refugio que sean accesibles, pero hay que tener en cuenta que, dentro de la ruta de atención para una víctima de violencia, estos espacios es el último eslabón, precisó.

 

“Para evitar que la mujer sea refugiada se tiene que trabajar para que la familia asuma el rol de cuidado y protección de la mujer y que no solo la vea que es el soporte”, señaló.