Aquejado por una múltiple problemática, el pueblo joven Villa del Mar, del sector La Pradera, se alista para celebrar en breve su 20 aniversario de creación, con la esperanza de que las autoridades se acuerden que la falta de saneamiento básico, saneamiento físico y legal, así como la seguridad ciudadana son temas aún pendientes de solucionar.

 

Villa del Mar fue creado el 13 de enero de 2001 como asentamiento humano, por un grupo de pobladores dispuestos a hacer de este lugar un ambiente digno para vivir y con el deseo de contar con todos los servicios básicos que un ser humano requiere.

 

A pesar que ha transcurrido aproximadamente 20 años, su problemática sigue siendo una tarea pendiente, que a diario, las aproximadamente 350 familias que habitan en esta zona, tienen que cargar, pero sin perder las esperanzas de que algún día puedan vivir dignamente, con todos sus servicios como lo hacen sus vecinos de La Pradera, Los Cedros y Las Flores de La Pradera.

 

Wilson Tarrillo Pérez, quien es dirigente del pueblo joven Villa del Mar, y en su momento de todo el sector La Pradera, señala entre los principales problemas la falta de saneamiento básico y el saneamiento físico y legal.

 

Respecto al saneamiento básico, manifiesta que ante la falta de atención de las autoridades durante muchos años la población tuvo que recurrir a hacerlo de su propio bolsillo, pero de manera provisional, pero ello, ahora, ha generado otro problema que les impide poder ejecutar obras otras de mucha necesidad.

 

“Pero ya no nos sirve, ahora, porque cuando la gente quiere generar sus pistas y veredas no lo puede hacer, debido a que se hizo de manera provisional y Epsel no recepciona esas obras”, sostiene el dirigente.

Pero este no solo es un problema de Villa del Mar, también lo padecen unos 20 pueblos jóvenes de La Pradera, que tiene similar problemática.

 

Wilson Tarrillo Pérez recuerda que Villa del Mar tuvo que pasar de asentamientos humano a pueblo joven, para tener el apoyo, no solo de la municipalidad distrital de Pimentel, también de la provincial de Chiclayo, a fin de tener acceso a ejecución de obras, pero sigue esperando.

 

El saneamiento físico y legal, es otra tarea pendiente en este pueblo joven. La totalidad de viviendas no cuenta con títulos de propiedad, solo los predios destinados para los colegios han podido acceder a este derecho, ante el riesgo de ser invadidos por traficantes de tierras.

 

“A pesar que se hizo toda una carrera para lograr el saneamiento físico legal con marchas a todas las autoridades, donde nos visitó Cofopri y Ministerio de Vivienda, pero no nos han dado solución. Cofopri nunca ha querido dar solución”.

 

Finalmente, Wilson Tarrillo indica que este sector en cuanto a seguridad ciudadana está abandonado, a pesar de la alta presencia de delincuentes y su lucha constante por erradicarlo y a pesar de las amenazas de los propios delincuentes, la presencia policial es casi nula por este lugar, donde además se tiene conocimiento de puntos de venta de drogas.