Después de seis meses de emergencia sanitaria y de tener el registro de casi 30 000 contagiados y 2387 fallecidos en la región Lambayeque, los colegios profesionales hicieron nuevamente un llamado a la unidad y a no bajar la guardia, pues nuestras condiciones continúan siendo deficientes.

 

El Consejo Regional de Decanos de los Colegios Profesionales de Lambayeque (Conrede), advirtió que, si bien en nuestra región se evidencia una reducción de los índices de positividad y letalidad, esta circunstancia es temporal y a la vez peligrosa, porque podría devenir en que autoridades y población disminuyan las medidas de prevención, y los efectos podrían ser nefastos.

 

Ante la probable presentación –en octubre– de una segunda ola recurrente de casos en el país y en la región Lambayeque, han constatado que la capacidad hospitalaria continúa siendo deficitaria para atender a los pacientes graves.

 

Refieren que muchos permanecen en lista de espera para el uso de camas UCI, ya que aún la Gerencia Regional de Salud (Geresa), no ha cumplido su ofrecimiento de implementar adecuadamente los centros del primer nivel de atención para pacientes covid, para contener el contagio y definir la reanudación de los servicios para pacientes no covid y los programas especiales de tratamiento de dengue, tuberculosis, anemia, etc.

 

“Esta situación es crítica y desesperante, que nos obliga a exigir a los responsables de las unidades ejecutoras involucradas, mejorar su capacidad de gestión y particularmente de gasto, para agilizar la ejecución del presupuesto total de emergencia. Resultaría inaceptable y –por ende– cuestionable, la devolución al erario de los recursos públicos no ejecutados”.

 

Asimismo, manifiestan en su pronunciamiento que mantienen su oposición a la apertura de todo tipo de locales que generen la presencia o congregación masiva de personas, por el inminente peligro de la expansión del contagio. Además, cuestionan la debilidad de la autoridad para poner orden y hacer cumplir las medidas de prevención en una población que está haciendo de la irresponsabilidad, su principal aliada para contagiarse y morir.

 

Advierten también a las autoridades que deben mantenerse en alerta ante cualquier intento –por parte de los funcionarios de EsSalud– de desactivar los ‘hospitales blancos’.

 

Lamentan también la poca efectividad de la campaña de comunicación que viene ejecutando el Gobierno Central a través de los medios de Lima que no llegan a los sectores populares urbanos, rurales y andinos de las provincias. Por ende, invocan a los gobiernos locales a implementar sus propias campañas de comunicación a través de los medios de prensa que operan en sus ámbitos y lograr el cambio del comportamiento y adopción de hábitos en la población para evitar el contagio.

 

“Nuevamente invocamos a la unidad y al trabajo articulado del Gobierno Regional y el Comando Operativo Regional Covid Sipán, para implementar con efectividad el Plan de Respuesta que amerita ser reformulado por todos los actores involucrados. Se exhorta a las universidades públicas y privadas, y la sociedad empresarial, a dejar la pasividad expectante y ejercer su responsabilidad social y sumarse a los esfuerzos que vienen realizando instituciones y personas comprometidas con la realidad que enfrentamos”.

 

Finalmente señalan que el peligro sigue latente y las posibilidades de curarse son mayores si el tratamiento médico se realiza desde el inicio; pero se complica cuando se llega a un centro hospitalario saturado de pacientes. “La vacuna es una esperanza que, mientras llega, debemos ser exageradamente responsables y entender que enfrentamos una guerra personal y colectiva y ambas debemos ganar”, puntualiza el pronunciamiento.