Los trabajadores del sector Salud sostienen que hay consenso en reiniciar una huelga indefinida que mantienen suspendida desde el año 2018, pero dada la última posición del Gobierno, no les queda otra alternativa para exigir sus derechos, más aun en la época de pandemia que atravesamos.
El dirigente regional de la Federación Nacional Unificada de Trabajadores del Sector Salud (Fenutssa), Wilmer Antón Mayanga, explicó que en el mes de noviembre de 2018 se suspendió la huelga, porque en ese entonces se comprometieron a resolver cinco puntos importantes del conflicto laboral.
A cerca de dos años de esa paralización, ningún punto fue solucionado y lo que es peor, el sistema de salud se encuentra colapsado en esta época de pandemia.
A pesar de precisar que el acuerdo es unánime para retomar la medida de fuerza, indicó que se convocará a una asamblea nacional de delegados de manera virtual, donde decidirán la fecha de reinicio.
“Se ha rebasado los límites, no nos queda otro camino, la población entenderá que estamos viendo a los trabajadores de salud en primera línea de batalla sin los equipos necesarios, ni siquiera con el bono se ha cumplido”, afirmó.
El dirigente anotó que el Gobierno les ha dado la espalda en este momento de crisis, por ello harán protestas desde sus casas e incluso algunas acciones presenciales, pero no serán inconsecuentes con la realidad que vive el país; “si hemos optado por este camino es porque nos sentimos humillados por el Estado”.
Antón sostuvo que los trabajadores CAS y SNP no tienen derechos y el Estado se ha convertido en el peor explotador de sus propios ciudadanos.
A nivel nacional son 86 mil servidores afiliados a la Fenutssa y a nivel de Lambayeque superan los cinco mil trabajadores.
“El presidente Martín Vizcarra nos dio la espalda en estos momentos que luchamos contra el covid, exponiendo nuestras vidas al contagio y a la muerte, ya que atendemos por vocación de servicio, por profesionalismo y acción humanitaria hacia nuestro prójimo en condiciones deplorables, sin la protección adecuada ni la protección social, esto mella nuestra dignidad y nos humilla”, expresó. Anotó que los consideran trabajadores y seres humanos de segunda clase sometidos a la explotación, con sueldos de hambre y miseria, y miles de profesionales que ganan como si fueran auxiliares y técnicos.
Tras reiterar que no les queda otro camino que la protesta y la huelga nacional indefinida, remarcó que entre los acuerdos del 2018 estaba el nombramiento de los trabajadores contratados y el cambio de grupo ocupacional; pago de 55% de guardias hospitalarias; pago de deudas sociales; implementación de la ley de seguridad y salud en el trabajo, entre otras demandas.