Antes de la pandemia, una fábrica podía producir hasta una tonelada del dulce lambayecano al día
El King Kong lambayecano es conocido a nivel nacional e incluso mundial; sin embargo, los productores de este dulce tradicional también se han visto afectados durante la crisis sanitaria del Covid-19.
“En mercadería se ha perdido un promedio de 85 mil soles; asimismo, en ventas, créditos y pasivos, cerca de 120 mil soles por cada productor (cuando se anunció la cuarentena)”, señaló el integrante de la Asociación de Productores Industriales de King Kong “Aproink”, Efraín Macassi Mandujano.
Manifestó que por ejemplo – la fábrica en dónde desempeña el cargo de gerente comercial – una vez terminado el proceso de pagos a mayoristas, impuestos y trabajadores, siempre le quedaba una utilidad de 20 a 30 mil soles mensuales. Por lo que estiman que durante abril, mayo y junio – cada empresario – habría perdido un aproximado de 90 mil soles de utilidades.
Efraín Macassi señaló que antes de la crisis sanitaria una fábrica podía utilizar un promedio de 1200 a 1500 litros de leche y producía cerca de una tonelada de King Kong diario. No obstante, ahora solo utiliza de 350 a 500 litros de leche y produce de 250 a 300 kilos de King Kong cada día.
Explicó que, debido a las altas pérdidas económicas – de aproximadamente 295 mil soles por cada productor (sumado la mercadería, los créditos, pasivos y utilidades) – los empresarios han disminuido el número de su personal hasta en un 50%.
FISCALIZAR
Macassi Mandujano subrayó que tras la reactivación de actividades, los productores han tenido que invertir para cumplir con los protocolos de bioseguridad y operar. “Hemos adaptado nuestras instalaciones, se han colocado más lavatorios y se han implementado áreas grandes para que el público respete el distanciamiento social”, precisó.
Sin embargo, sostuvo que hay muchos empresarios que no estarían cumpliendo con las medidas y por ende, estarían exponiendo a sus trabajadores y clientes a posibles contagios del nuevo coronavirus. Por lo que invocó a las autoridades municipales a cumplir con su labor de fiscalización.
“No queremos dinero, queremos seriedad en las disposiciones reglamentarias. Si dan una licencia de funcionamiento a una fábrica, tienen que fiscalizar, porque queremos seguir ofreciendo productos de calidad”, puntualizó.