No son cientos, son miles de informales que venden sus productos, sin respetar el distanciamiento

Los comerciantes informales aprovechando la falta de control por parte del personal municipal, policial y del Ejército, no tuvieron mejor idea que instalarse en el suelo para ofertar sus productos; otros lo hacen en carretillas, triciclos, mesas, y hasta plásticos.

La Industria realizó un recorrido por las calles aledañas al mercado, constatando la venta de ropa interior, zapatos, plásticos, frutas, animales, útiles escolares, hasta reparación de relojes y lectura del tarot.

Mientras todo esto sucede, en el interior del centro de abastos, los comerciantes formales han implementado una serie de medidas para prevenir la propagación del coronavirus. Todos usan mascarillas, se mide la temperatura, se practica el lavado de manos, incluso los puestos de carnes y pollo están cubiertos con plásticos, todos manteniendo la distancia. Pero el problema es la falta de público, la ausencia de compradores está preocupando a los formales.

“Son dos realidades distintas, los formales trabajan para llevar un buen producto, para evitar contagios, pero a solo unos pasos está el desorden. La preocupación también es la ausencia de compradores en el interior”, dijo Ciro Suxe Uriarte, representante de los comerciantes minoristas.

El aumento del comercio informal y el no respeto a la distancia social es favorable para el rebrote del Covid-19. Los casos de contagios van a multiplicarse, convirtiéndose el mercado en una bomba de tiempo.

El decano del Colegio Médico de Lambayeque, Manuel Soria Alvarado, lamentó esta situación y pidió a las autoridades locales y regionales actuar de inmediato.

Incluso, dijo que a través del Consejo Regional de Decanos se planteó al Comando Covid Regional, el cierre del mercado Modelo y Moshoqueque, así como la implementación de los mercados lineales – temporales.