China decidió prohibir “completamente” y de forma inmediata el comercio y el consumo de animales salvajes, una práctica que supuestamente contribuyó a la propagación del nuevo coronavirus.
La resolución prohíbe el consumo de animales salvajes terrestres de “importante valor social, científico y ecológico” que estén bajo protección estatal, así como otros animales salvajes terrestres que sean criados en cautividad.
La medida también prohíbe por completo la caza, el comercio y el transporte de animales salvajes terrestres que son criados en la naturaleza para luego ser sacrificados para consumo humano.
Además, impone severos castigos a las personas que estén implicadas en el comercio o el consumo de animales salvajes.
Las personas que incumplan la prohibición serán castigadas con multas derivadas de la aplicación de las leyes ordinarias y de protección de la fauna y la naturaleza de China.
De igual forma, el Parlamento chino estableció que el uso de animales salvajes para usos distintos del consumo humano, como la investigación científica, quedará sometido a estrictos controles y a procedimientos de inspección en cuarentena.