Las municipalidades tienen como función fiscalizar el cumplimiento de la prohibición del uso y comercialización de las bolsas de plástico de un solo uso, cañitas de plástico y envases de tecnopor en las playas, recordó el Ministerio del Ambiente (Minam).
El Minam indicó que después de ser usados, los productos señalados –cuyos usos son superfluos o innecesarios– son difíciles o hasta imposibles de reciclar. Además, si son arrojados al ambiente pueden tardar cientos de años en degradarse: 200 años en el caso de las cañitas de plástico y hasta 500 años el caso del tecnopor.
Asimismo, las bolsas plásticas al estar presentes en los ecosistemas marinos son confundidas por la fauna marina como alimentos, mientras que los cañitas las podrían lastimar físicamente. Los fragmentos de plástico menores a 5 milímetros de diámetro (microplásticos), pueden ser ingeridos por las especies marinas, las cuales consumimos como parte de nuestra dieta diaria.