Al culminar el 2019 sin ninguna solución concreta al problema del comercio ambulatorio, ni al reordenamiento total del mercado Modelo de Chiclayo, un grupo de empresarios tienen expectativa en la construcción de un nuevo centro de abasto como alternativa viable y social a esta problemática.

En ese sentido, el crecimiento a la par del comercio ambulatorio, no ha tenido solución en igual número de años.

Sacarlos del Modelo sin un plan B solo viene generando enfrentamientos de ambos lados, por lo que es indispensable crear un espacio totalmente al alcance de los comerciantes, pues tampoco se trata de construir un gran complejo al que no puedan acudir por falta de recursos económicos.

Modelo de Lima

Quien no recuerda hace algunos años al extinto exalcalde de Lima, Alberto Andrade, quien hizo lo que parecía imposible en la capital de la República, lograr el reordenamiento de miles de informales con la construcción de grandes emporios al alcance de ellos, como Polvos Azules, Polvos Celestes, entre otros.

Actualmente los comerciantes ambulantes en Chiclayo pagan 10 soles diarios para guardar su mercadería en las galerías comerciales de los alrededores del Modelo, y cuando es mayor cantidad, la cifra se eleva a 12 o 15 soles al día.

Por eso aducen que no tienen dinero para comprar o alquilar un puesto en una galería comercial; mientras tanto, la municipalidad de Chiclayo no tiene recursos para ejecutar un mercado, y lo ha dicho el alcalde en repetidas oportunidades.

El empresariado estima que es necesario e indispensable convocar a la inversión privada o gente que conozca del tema para trabajar en la solución.

Lugares indispensables

Para el expresidente del Cepri Terrapuerto, Lucio Asalde Vives, Chiclayo debería tener por lo menos tres mercados. Uno en la zona oeste, otro en el este y un tercero en el sur.

Con ello se resolvería además el problema del tránsito vehicular, ya que se evitaría que ese gran tránsito originado por las personas que fluyen de estos tres grandes sectores de la ciudad, continúen desplazándose hacia este centro de abastos.

Asalde sostiene que según un estudio de flujos, el mayor flujo de personas y por consiguiente de tránsito vehicular, está en la avenida Salaverry, ya que todas las personas que habitan en este sector (al que fácilmente ya se le puede dar la denominación de cono oeste), se desplazan por la avenida Salaverry-Elías Aguirre-Luis Gonzáles-Pedro Ruiz-Arica.

Se trata de residentes en Nueve de Octubre, José Olaya, Quiñones, Satélite, Remigio Silva, Bancarios, Libertadores, Magisterial, Melitón Carbajal, Paraíso, y todas las nuevas urbanizaciones ubicadas en la carretera a Pimentel, calculándose alrededor de 150 mil personas aproximadamente, que se trasladan al mercado Modelo, Central o Moshoqueque.

El segundo gran “cono” es La Victoria, Santa Victoria, Jockey, entre otras urbanizaciones que se desplazan por Sáenz Peña-Pedro Ruiz-mercado Modelo, o Luis Gonzáles-Pedro Ruiz-mercado Modelo.

Estos son dos flujos innecesarios que congestionan la ciudad, los cuales se solucionarían con dos grandes mercados en el cono este y oeste.

El tercero sería en la carretera a Pomalca. Si estos tres centros de abasto funcionaran, ese flujo gigantesco se quedaría en sus respectivas zonas y la congestión se reduciría en un 40 por ciento como mínimo.

El ingeniero Lucio Asalde sostiene que estas son las expectativas que tienen para el 2020, es decir, crear centros comerciales asequibles. “Incluso si llegara el dinero, un nuevo mercado municipal tardaría entre un año y medio a dos años para construirlo, con una inversión de 30 a 40 millones de dólares”, lo cual es prácticamente imposible”, añade.

Criterio social

Las razones para la creación de un centro empresarial con criterio social urgen para el Bicentenario y además de contar con un lugar a donde enviar 2,500 comerciantes de las plataformas del Modelo, y cinco mil informales, serviría para descongestionar el tránsito; descontaminar la ciudad, y mantener las calles en buen estado.

Mientras esto no suceda, será imposible enviar ese flujo de personas a otro lugar, ni convirtiendo calles en peatonales, ni cambiando el sentido de las arterias; esto requiere un tratamiento integral con sentido de sostenibilidad.

“No es momento de criticar sin ayudar. Es momento de propuestas y no protestas”, puntualizó Lucio Asalde.