Dos de sus exalcaldes de Chiclayo, así como exfuncionarios ediles hoy están recluidos en el penal acusados por actos de corrupción, por lo que la autoridad católica invocó a todos para combatir este flagelo de la humanidad, que afecta en el desarrollo de la ciudad.
El vicario de la Diócesis de Chiclayo, Bernardino Gil Hernández mencionó que el llamado no solo es para quienes son autoridades, sino para todos, desde el hijo, padre hasta jefe o trabajador a vivir sin cometer actos que van en contra de su formación y de lo que demanda los mandamientos de Dios.
“El llamado es para todos porque la corrupción trae atraso, la corrupción trae pobreza y no progreso, todos debemos luchar contra este flagelo de la sociedad, es un reto grande. No está demás invocar para que todos seamos conscientes, en la medida que se luche contra la corrupción se estará luchando para alcanzar el progreso y el bienestar de la ciudad de Chiclayo”, comentó.
También se refirió a la inseguridad que se vive en la ciudad de Chiclayo, haciendo una exhortación no solo a las autoridades sino a los padres de familia, porque un niño que crece en un hogar con valores, jamás cometerá actos que atañen a la seguridad.
“La seguridad empieza por casa, cada familia debe darse cuenta que sus integrantes deben tener la posibilidad de ser educados en valores, respeto por la propiedad ajena, por el prójimo, luego esta educación se complementa en el colegio”, expresó.
El vicario no dejó de lado a las autoridades e invocó a invertir con logística para lograr que Chiclayo sea verdaderamente la Capital de la Amistad, una ciudad segura y bien vista por todos.
“Si el niño no lleva una formación en base a valores, por más patrulleros y cámaras que consigan, así como personal policial, no habrá respeto hacia los demás, del bien común y siempre será un tema que estemos luchando”, acotó.
Gil Hernández expresó que este año termina con mucha expectativa y esperanza en cuanto al primer año de gestión de las autoridades. “Ciertamente este año que termina, no hemos hecho del todo las cosas bien; pero si tenemos la esperanza de mejorar; estamos en el adviento, es un tiempo de esperanza, de que todas las cosas vayan cambiando y mejorando”.
Esta temporada de Navidad y Año Nuevo, son precisas para hacer un mea culpa de las cosas que no hicimos bien, pero también de esperanza. “Creo que el próximo año posiblemente las cosas se harán mejor”.
Agregó que para el año 2020, el reto es trabajar unidos y viendo con el corazón las necesidades que tiene la población.
“Viendo las necesidades de la población significa trabajar con responsabilidad y estar unidos”, acotó.
A punto de cumplir el primer año de gestión de Marcos Gasco Arrobas, los problemas de la ciudad aún están latentes, como el servicio de la limpieza pública, seguridad ciudadana y comercio informal.
“Respecto a los problemas de Chiclayo, en la medida que nuestras autoridades estén unidas, van a lograr dar solución, para eso hacemos un llamado a las autoridades para que marquen la pauta y tengan ese liderazgo que Chiclayo lo necesita”, observó.
Expresó que esa unión es de los alcaldes con el gobierno Regional y demás representantes de la región Lambayeque, para que no solo se dediquen a criticar la gestión sino a trabajar. Al mismo tiempo, que las autoridades se dejen ayudar.
La autoridad eclesiástica recomendó que esta Navidad debe ser un encuentro con Jesús; quien ofrece el amor, la unión y la paz que todos lo necesitamos; sin embargo, cuando nos alejamos de Jesús, se complican las cosas.