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Publicado el Domingo, 08 de Diciembre del 2019

Capitales de las provincias no han cambiado de rostro

En Chiclayo, Ferreñafe y Lambayeque, presentan problemas del comercio ambulatorio en alrededores de los mercados municipales.
Mientras no se hagan planes de desarrollo concertado, convocando la participación de la sociedad civil, las municipalidades seguirán afrontando los mismos problemas que no las dejan avanzar, pese a tener muy buena voluntad. Así lo expresó el coordinador de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, Luis Montenegro Serquén; quien refirió que en los alcaldes hay voluntades y muchas ganas de cambiar, pero tienen múltiples problemas en sus comunas.
 
Refirió que la reconstrucción fue una forma de auscultar el problema de los equipos técnicos en los distritos, que en su mayoría carecen de estos para formular a tiempo sus proyectos de inversión en beneficio de sus poblaciones.
 
“No tenemos equipos técnicos en los distritos y son ellos los que más necesitan”, observó.
 
Añadió que el Gobierno Regional es el que maneja la mejor información y tiene los más capacitados, que deberían atender a los gobiernos locales y orientarlos en esta tarea.
 
Recordó que en gestiones de hace aproximadamente 10 años, el equipo técnico del gobierno regional acompañaba en viajes a Salas, Motupe y Olmos, orientándolos en la formulación de planes y presupuestos participativos.
 
Manifestó que los gobiernos cada vez que cambian tienen buenas intenciones, pero se paralizan y a veces hay un divorcio entre lo político y lo técnico.
 
“El equipo técnico de un gobierno regional tiene que compatibilizar con las actitudes políticas, hay un enfrentamiento y en vez de ayudarse, se va deteriorando la amabilidad entre ellos”, subrayó.
 
Problema en tres provincias
En Chiclayo el principal problema es que de las 2700 personas que trabajan en el municipio, técnicamente deberían tener solo 900.
 
“Hay mucha gente, entonces el alcalde que llega quisiera desaparecer a todos para que ingrese su gente y ese es otro conflicto, porque cada alcalde llega con una plana de trabajadores que quiere ubicar en diferentes lugares”, indicó Montenegro.
 
Acotó que no cuentan con un proyecto a largo plazo, donde el que viene debe continuar el camino del que lo dejó. Por lo tanto, el equipo técnico que acompaña a una gestión debe ser el mismo que acompaña a la siguiente.
 
“La visión que tiene uno ha sido forjada durante cuatro a cinco años y viene otra gestión que quiere cambiar; a veces no se puede”, expresó.
 
A la vez opinó que en Ferreñafe posiblemente hay actitudes no muy simpáticas con respecto a la gente. La población se queja mucho de las actitudes de los alcaldes.
 
“A veces los alcaldes deberían ser más políticos, en el sentido de atender a todos. De esa manera generarían más simpatía”, manifestó.
 
Luis Montenegro señaló que el alcalde de Lambayeque es el que genera más simpatía porque siempre está haciendo trabajos con la población, lo que no puede suceder con Chiclayo, porque tiene que enfrentarse al problema del mercado, que no es fácil resolver.
 
“No quise meter al obispo al caldero, sino sentarnos a trabajar, llamar a los dirigentes y conversar con ellos, no era para poner al obispo en un compromiso”, sostuvo el representante de la Mesa contra la Pobreza, quien además afirmó que la idea es generar mesas de diálogo donde pacíficamente las personas notables de un lugar ayuden a que la gestión se facilite atrayendo a los dirigentes de los pueblos jóvenes, mototaxistas y comerciantes de los mercados.
 
“La verdad es que la informalidad es un problema que no lo ha generado este municipio, viene arrastrándose y cada uno lo va dejando y se va acumulando, la gente cree que vivir en la informalidad es lo correcto y eso no es así”, enfatizó.
 
No cambian
Para Montenegro los rostros de las ciudades siguen igual no han cambiado, a pesar de las buenas intenciones de muchas autoridades.
 
“Los rostros van a seguir igual por el problema que encuentran. Es el primer año de gestión de un gobierno que viene con buenas intenciones, pero que encuentra un camino difícil”, afirmó.
 
Dijo que debería convocarse a las universidades y colegios profesionales, a los mismos trabajadores de las diferentes áreas, para que ellos se sientan parte de la visión de Chiclayo.
 
“Nosotros visionamos a Chiclayo, Lambayeque y Ferreñafe de esta manera, que lo hagan todos, por eso se llama plan de desarrollo concertado, es decir, lo hemos concertado entre todos”, explicó el representante de la sociedad civil.
 
De este modo, dijo que el trabajador municipal o el mototaxista sentirán que han construido la visión y la defenderán, ya que tendrían el compromiso por ser convocados en el proyecto de la visión de futuro de la ciudad.
 
Montenegro aseveró que el plan de desarrollo concertado anual si es posible, o a cinco años, y cada año lo revisarían juntos.
 
“Si hacemos ese documento que es una herramienta de diálogo, seguro empezamos a cambiar el rostro de todos los distritos, provincias y de la propia región”, declaró Montenegro Serquén, quien sostuvo que es una cosa sencilla de pensar, pero difícil de hacer, porque a veces la voluntad política no existe.
 
Reiteró que los Consejos de Coordinación Local sirven para eso, pero no los están convocando las municipalidades. Además, citó herramientas como el Plan de Desarrollo Concertado y el presupuesto participativo, que no se cumplen.
 
“El plan de desarrollo concertado es una herramienta, el presupuesto participativo también, pero no se están cumpliendo. Tenemos las herramientas y no las estamos utilizando”, puntualizó.
 

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