Este año se ha logrado capacitaciones y talleres con alta participación de docentes y personas dedicadas a la Educación Básica Especial (EBE), pero aún falta mucho para lograr que los niños de todos los niveles accedan al servicio de la educación.
A través de la Gerencia Regional de Educación se busca la creación de Centros de Educación Básica Especial (CEBE) y Programa de Intervención Temprana (PRITE), priorizando la zona andina.
La especialista en CEBE de la gerencia de Educación, Norma Benites Serquén, informó que recientemente estuvo en Incahuasi donde, encontró a niños con discapacidad severa recibiendo sus clases con normalidad, pero en otros casos, hay niños que no acuden y permanecen en sus casas.
“Hay niños que no pueden ir a los colegios inclusivos y los tienen en su casa, en la zona andina hay muchos niños, pero por la distancia no los envían a las escuelas, tal es el caso de seis niños de nivel inicial que pude registrar”, acotó y agregó que se necesita colegios en la provincia de Ferreñafe y en el distrito de Olmos.
En Chiclayo funcionan 9 Cebes, 1 en Lambayeque y 1 en Ferreñafe.
En el CEBE se atiende a los estudiantes con necesidad de recibir educación especial debido a múltiples discapacidades y que por la naturaleza de sus limitaciones no pueden recibir la misma educación que otra institución educativa con distinta modalidad de enseñanza.
Ellos deben tener alguna discapacidad mental de nacimiento, como el retraso mental o el autismo, o enfermedades congénitas, como el síndrome de Down. Sus discapacidades físicas van más allá de lo que se puede considerar estable y discapacidad mental, retrasados mentales con problemas en las articulaciones o sin manos o piernas, también pueden participar personas con daño cerebral permanente, personas que sufrieron un trauma encéfalo-craneano y no pueden relacionarse de la misma manera que antes.
La funcionaria explicó que un PRITE es un espacio educativo que brinda atención integral no escolarizada a niños menores de 3 años con discapacidad o en riesgo de adquirirla por antecedentes tanto biológicos como socioambientales.
En la región solo funciona un PRITE, ubicado en el colegio San Pedro de Lambayeque.
“La población va en aumento y faltan más colegios, existe la necesidad de contar con más PRITE en Chiclayo, también”, aseveró.
Los colegios inclusivos, es un punto aparte. Benites Serquén explicó que un colegio se convierte en inclusivo cuando tiene matriculado a un estudiante con discapacidad severa.
Todos los colegios están obligados a ofrecer vacantes en los diversos grados. En tanto, el Ministerio de Educación se encarga de capacitar a los docentes para que brinde las clases inclusivas.
“Para mejorar la educación de los alumnos que tienen alguna discapacidad y promover una educación inclusiva, se tiene el Servicio de Apoyo y Asesoramiento para la Atención a las Necesidades Educativas Especiales (SAANEE), que se encarga de capacitar a los maestros de todos los colegios que trabajan con niños con discapacidad”, acotó.
Cada SAANEE está formado por terapistas de lenguaje, terapistas físicas, terapistas ocupacionales y profesores de lenguaje especializados en discapacidad intelectual, visual y auditiva, quienes se encargan de orientar y asesorar de manera itinerante al personal directivo y docente de las instituciones educativas inclusivas.
Todo niño, niña o adolescente con discapacidad intelectual, auditiva, física o visual que no sea severa tiene derecho a acceder a un colegio regular, público o privado, y éste la obligación de aceptarlo.