La responsabilidad de ofrecer una ciudad limpia, ordenada y segura para el turista, no solo es de la Municipalidad Provincial de Chiclayo, sino de la población, así lo precisó el subgerente de Educación, Cultura, Juventud y Turismo, José Gálvez Arenas.

“El turista se lleva una mala imagen cuando es afectado con el hecho que la ciudad tenga un nivel alto de contaminación, claro menos que antes, pero es el chiclayano; quien tiene que aprender a no ensuciar la ciudad, a respetar el horario de recojo y a acoger al turista facilitando su estadía”, acotó.

Bajo el concepto de conciencia turista, dijo que se necesita la articulación entre el poblador y el municipio, temas que también son tratados en el Concejo Regional de Turismo.

“Muchos de los problemas son exclusivamente de competencia de la ciudadanía. A la autoridad le compete ayudar, pero los vecinos deben tomar conciencia para alcanzar el objetivo”, comentó.

Gálvez Arenas refirió que el turista siempre va a ver a Chiclayo como una ciudad receptora, donde puede arribar para buscar hospedaje o alimentarse y luego trasladarse a la zona rural donde se ubican las áreas naturales.

“Al llegar a Chiclayo, el turista tiene un plan de visitas, que en la mayoría de ocasiones está fuera de la ciudad. Van para sitios arqueológicos, playas, paseos naturales o a disfrutar de la gastronomía norteña”, expresó.

Para ese traslado debe ofrecerse al turista no solo precios cómodos sino una ciudad ordenada en el tránsito y comercio.

Un turista bien atendido y con una buena impresión del lugar es sinónimo a que pronto regresará, lo que ayuda a promover la economía y turismo.