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Publicado el Sábado, 02 de Noviembre del 2019

Piden sanciones penales para los responsables de atentado

Carlos Wester La Torre, luego de formular la denuncia, señaló que este hecho tuvo “una clara intención de destruir el monumento”

 Ante la destrucción de un monumento arqueológico dentro del complejo Apurlec, considerado como un crimen de lesa cultura, los responsables de la Gercetur y el Museo Tumbas Reales de Sipán, demandaron sanciones penales contra los responsables. Se considera que con este brutal atentado la arqueología y el turismo pierden mucho.

La Industria, en su edición de ayer viernes, dio cuenta que el Complejo Arqueológico de Apurlec había sido víctima de un nuevo ataque y destrucción, con descomunal ensañamiento. Y que se constituye como uno de los peores atentados de un monumento de este tipo, producido en los últimos tiempos.

El director del Museo Brüning, Carlos Wester La Torre, luego de formular la denuncia, señaló que este hecho tuvo “una clara intención de destruir el monumento” a pesar de conocerse que el lugar “es una zona arqueológica”.

GRAVÍSIMO ATENTADO

Tras hacerse público el daño a Apurlec, el director del Museo Tumbas Reales de Sipán, Walter Alva Alva, expresó su indignación por este gravísimo atentado, considerando que “es un crimen de lesa cultura, que tiene toda la intencionalidad de destruir un monumento, porque no hay ninguna justificación posible de nivelación de terrenos. Sino que han ido directamente al monumento a destruirlo”.

Walter Alva recordó que Apurlec es uno de los monumentos más importantes donde está el sistema de irrigación más sofisticado de América, con sistemas de riego que se enlazan con canales de alta tecnología, rodeados por plataformas, “donde probablemente se realizaba algún tipo de culto”.

“Un gran complejo es Apurlec, que ni siquiera está investigado. Es uno de los yacimiento arqueológicos más grandes de toda América y que necesita protegerse, porque no solo tiene un potencial arqueológico sino de conocimiento de lo que fue la agricultura de riego en el Perú antiguo”, señaló.

Frente a todo lo que representa este importante complejo, destruido con este nuevo atentado, exigió para los responsables aplicar el Código Penal. “Las leyes vigentes y el Código Penal son muy claros. Aquí tiene que haber una sanción penal, para la gente que ha cometido este delito. Y lo más sorprendente, que siendo una afectación directa con maquinaria, aparentemente nadie quiere señalar a los responsables”, dijo.

SANCIONES

Para Julio César Fernández Alvarado, gerente de la Gerencia Regional de Comercio Exterior y Turismo (GERCETUR), primero se debe avanzar con las investigaciones para determinar a los responsables y después efectuar una acusación seria para que se proceda a la penalización que corresponde. “Y esperemos que este sea una sanción ejemplar, porque hasta hoy los atentados graves que hemos tenido a lo largo de los años, muchas veces se posponen, se diluyen y no hay sanción, a pesar que las leyes lo establecen”.

Recordó que Apurlec es un complejo arqueológico que está considerado como patrimonio cultural y obviamente el Ministerio de Cultura lo ha declarado un sitio que merece ser investigado. Como tal, es un lugar emblemático para poder explicar el proceso relacionado al sistema de canales prehispánicos. Y al mismo tiempo, ofrece una arquitectura emblemática que aún no ha sido producto de una investigación, pero que merece ser protegido.

“Pero lo que ha pasado es una actitud de ensañamiento contra un monumento que es parte del patrimonio arqueológico de la región y como tal, lamentamos mucho este hecho, de personas inescrupulosas…Todo eso está tipificado en el Código Penal, en el título N° 8, que establece sanciones privativas de la libertad contra el atentado de un patrimonio cultural de la Nación”.

Explicó que con este atentado, la arqueología pierde valiosa información que podría ayudar enormemente a explicar el proceso civilizatorio de la costa norte del Peru. En cuanto al turismo, impide hacer un proyecto de inversión pública en un complejo arqueológico de una dimensión monumental, que amerita intervenir con instalaciones de servicios turísticos públicos, “pero no se puede hacer si el monumento está teniendo este tipo de atentados. Eso perjudica la actividad turística”.

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