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Publicado el Martes, 29 de Octubre del 2019

Valores cristianos para sembrar la paz

El padre Jorge Millán animó a los padres de familia a formar integralmente a sus hijos y a darles un buen ejemplo. Asimismo, motivó a los niños a acercarse siempre a la Sagrada Eucaristía.

 Corresponsales escolares: Yolanda Aracely Ruiz Rubio y Jessenia Vera Villegas.– Si hemos de orientar a los hijos e hijas a tener como modelo de vida a personas de buen vivir. Quien más que Jesús, el nazareno, que mostró y sigue mostrando a la humanidad el camino hacia una vida en armonía y paz. Su secreto: ¡Ámense unos a otros como yo los amo!

En este contexto, 87 estudiantes de la I.E. Peruano Español, motivados por sus maestros y familias, recibieron la Primera Comunión. La ceremonia litúrgica fue oficiada por el padre Jorge Millán Cotrina, quien en la homilía exhortó a los padres a trabajar como familia, para que sus hijos conserven esa ilusión de poder siempre recibir a Jesús en la Eucaristía. “Los padres y madres, como cabeza de familia, tienen una gran tarea, es el no descuidar de llevarles, de encaminarles por el camino de la fe, porque ellos no irían por sí mismos, hay que llevarlos a la iglesia”. Indicó también que la familia debe entender como una bendición que sus hijos puedan acercarse al sacramento, tras indicar que “es el mismo Jesús hecho hombre, presente en ese misterio, el que viene a la vida de los niños, por ende a la vida de la familia”. En ese sentido, explica que las instituciones educativas pretenden ser una comunidad no solo de conocimiento, sino también espiritual, que complemente la formación integral de sus alumnos. “En las actividades espirituales padres e hijos pueden encontrar alimento, fortaleza y vigor espiritual e intelectual, y esto para la vida del colegio es muy importante”, acotó el celebrante.

Al respecto del importante momento vivido por los estudiantes, Jorge Zamora Morales, docente del plantel, dijo: la Primera Comunión constituye un día muy importante de la infancia, posiblemente es el día de más ilusión para ellos, y esa ilusión, ciertamente se concretiza en recibir el sacramento que les entrega al mismo Dios, como alimento”.

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