El presidente boliviano, Evo Morales, aseguró este jueves que ganó en primera vuelta las elecciones generales, al obtener más de 10 puntos de diferencia sobre el opositor Carlos Mesa, lo que según la ley evita un balotaje.
El líder de izquierda pidió a observadores a respetar la Constitución de Bolivia, tras las críticas de la Organización de Estados Americanos –encargado de monitorear la elección– y de otros países a los comicios, y sus declaraciones de un posible fraude electoral.
Además, el mandatario cuestionó que otros grupos no reconozcan el voto indígena. Explicó que faltan 120 mil votos y la mayoría son del área rural.
Morales, candidato a la reelección por el Movimiento al Socialismo, tiene el 46,83 por ciento de los sufragios, por el 36,7 del opositor Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana.
El mandatario boliviano supera en un 10,13 por ciento de votos a su principal rival en las urnas, con lo que ganaría en esta primera ronda.
El sistema electoral boliviano da la victoria al candidato con al menos el 50 por ciento más uno de los votos o el 40 con diez puntos de ventaja sobre el segundo, pero si no alcanza estos porcentajes, los dos más votados van a segunda vuelta.
Las otras siete candidaturas tienen porcentajes mucho menores, con el tercer lugar para el pastor presbiteriano de origen coreano Chi Hyun Chung, del Partido Demócrata Cristiano, con el 8,83 por ciento, y el cuarto para el senador Óscar Ortiz, de la alianza Bolivia Dice No, con el 4,28.
El resto figuran con porcentajes por debajo del 3 por ciento, incluso por debajo del 1 la mayoría de ellas, con lo que no alcanzarían el mínimo establecido para conservar su personalidad jurídica como partidos políticos.
Las únicas actas por computar corresponden a la región de Chuquisaca, donde está la capital del país, Sucre, con un 70,40 por ciento de sufragios escrutados, mientras que en el departamento amazónico de Beni el cómputo quedó detenido en el 99,69 por ciento porque será necesario repetir la votación en unas pocas mesas electorales, sin que el órgano electoral haya dado mas detalles.
Mesa ha advertido de que no reconocerá un resultado que no le lleve a una segunda vuelta contra Morales, al denunciar un “fraude gigantesco” por parte del órgano electoral a favor del presidente. El mandatario boliviano, por su parte, alerta de que las denuncias de la oposición son un intento de “golpe de Estado” para negarle la victoria en primera ronda.
Las protestas se suceden en el país desde el lunes, con incendios en sedes del órgano electoral en varias regiones y enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente y con la Policía.