Ahora no solo son casos de abigeato los que atiende las rondas campesinas, también los casos de violencia familiar que van en aumento. El presidente de la Federación Regional de Rondas Campesinas Indígenas - Urbana de Lambayeque, José Domínguez Huamán, indicó que la presencia de las rondas está en 10 distritos de nuestra región, en algunas zonas están mejor organizadas y en otras solo tienen una mínima cantidad de bases.
“Buscamos eliminar el machismo y los casos de violencia, pero no con torturas, anteriormente se usaba diversos métodos de tortura, pero eso está prohibido”, comentó.
Las mujeres son quienes juegan un papel importante, puesto que integran y dan liderazgo en las rondas, en la mayoría de estos grupos hay ronderas, como Incahuasi, Cañaris, Salas y Reque.
El dirigente expresó que cada ronda está integrada por 35 personas a más y que en cada distrito puede haber más de una base, como sucede en Incahuasi donde incluso hay una Federación Distrital de Rondas con 32 bases; mientras que en Chóchope solo se cuenta con dos rondas.
Actualmente el mayor problema es con las comunidades campesinas. “Hay presidentes de las comunidades campesinas que en vez de coordinar con nosotros y apoyarnos para brindar seguridad en la zona, no lo hacen y son reacios. Nosotros somos parte de la sociedad y nuestro objetivo es que las familias vivan de manera justa sin robos ni violencias”, comentó.
Las rondas campesinas funcionan de manera ad honorem, es por eso que piden el apoyo de las autoridades con la donación de herramientas, como silbatos, pencas, ropa y zapatos acordes para realizar las rondas.