El arroz es el cereal más consumido en Perú, es por ello que se busca que tanto niños y adultos puedan consumir el arroz fortificado, con lo cual contribuiría en la reducción de la anemia de los infantes, la misma, que bordea el 38% de la población menor de 3 años.
Este producto está aprobado por el Ministerio de Salud, mediante la R.M N° 745-2018/Minsa y el modo de cocción es igual a la preparación del arroz convencional. Sin embargo, en la región Lambayeque aun no llega a las mesas.
La decana del Consejo regional del Colegio de Nutricionistas, Martha Ynami Vizcaya, indicó que la falta de inversionistas ha truncado este proyecto que jamás fue atendido por las autoridades.
“Los empresarios arroceros deben apostar por complementar con hierro el arroz porque es un alimento de consumo masivo y de ayuda para combatir la anemia que no solo ataca al niño, sino a los adultos que nos hemos acostumbrado a convivir con la anemia”, comentó.
Hizo hincapié que el Gobierno Regional debe interesarse en la implementación del arroz fortificado como ayuda para combatir la anemia y desnutrición que impera ahora no solo en la zona altoandina, sino en la misma zona urbana.
El arroz fortificado se elabora con harina de arroz, al cual se le adicionan 10 nutrientes: vitamina A, tiamina (B1), niacina (B3), piridoxina (B6), folato (B9), cianocobalamina (B12), vitamina D, vitamina E, hierro y zinc.
A partir de la masa formada con los micronutrientes se elaboran los nuevos granos de arroz fortificados denominados grano símil, que son un poco más grandes y con un color más claro.
La fortificación del arroz con múltiples micronutrientes es una estrategia eficaz para aumentar la ingesta de vitaminas y minerales esenciales en la población, ya que es un alimento de consumo masivo.
Los alcaldes también podrían promover el uso del arroz fortificado a través de los programas sociales.
“La producción de este arroz son cuestiones de estrategias que el gobierno debe negociar. El año pasado a través de la estrategia sanitaria de alimentación y nutrición, el Ministerio de Salud llegó y comprobó que el sabor de este arroz no varía, al contrario es agradable”, comentó la nutricionista.
Por su parte, el representante de la Convención Nacional del Agro Peruano, Lázaro Tunga Chapoñán mostró su rechazo en el uso del arroz fortificado, puesto que se desnaturalizaría el arroz del que todos están acostumbrados a consumir.
“Tenemos suficiente arroz natural para consumir, por lo que no se necesita consumir un arroz procesado”, acotó.
En la región Lambayeque son 80 mil agricultores, de los cuales el 25 por ciento se dedica a la producción de arroz.