El presidente de la Comisión Especial de Gestión del Riesgo de Desastres del Colegio de Ingenieros, Carlos Balarezo Mesones indicó que si en realidad se quiere trabajar en la prevención, ya deberían iniciar los trabajos a nivel de cuencas, puesto que restan cinco escasos meses para que lleguen las lluvias y aumente el caudal de los ríos; sin embargo, mencionó que el avance es casi nulo.
Agregó, que si bien ya se entregó la buena pro para obras integrales en las cinco cuencas en los ríos Olmos, Motupe, La Leche, Chancay y Zaña, simultáneamente deberían estar ejecutándose obras de prevención como defensa ribereña en aquellos puntos críticos identificados como vulnerables para evitar desbordes.
El ingeniero explicó que los trabajos de descolmatación que se acostumbran a ejecutar no garantizan que no haya desbordes. “No solo lo digo yo sino la Contraloría con trabajos donde se ha comprobado que el incremento de caudales dañó los trabajos, por ejemplo el año pasado, cuando se adjudicó obras a nivel de cuencas en diciembre fueron afectadas por el incremento de los ríos”.
En julio es la fecha recomendada para evitar botar plata al agua, tal como sucedió en la cuenca de La Leche, altura de Las Ventanas, que fue afectada por las precipitaciones.
La solución sería la ejecución de proyectos integrales desde la naciente de la cuenta hasta la desembocadura en el mar, incluyendo algunas presas, como La Calzada.
“Se acordó que el Colegio de Ingenieros invitaría a las empresas que ganen la buena pro, para que expongan cuál es su plan de trabajo y en qué consisten a detalle los trabajos”, refirió.
CRECIMIENTO URBANO
En el ámbito urbano tampoco se ha avanzado respecto a los planes de desarrollo urbano, que son importantes para garantizar el crecimiento ordenado de las ciudades a fin de disminuir la vulnerabilidad.
“El 80 % de ciudades carecen de un plan de desarrollo urbano, que permitan ese crecimiento sostenible de la ciudad. Carecen de este instrumento, Chiclayo, José Leonardo Ortiz, La Victoria, entre otros distritos”, acotó.
El Gobierno Regional debe asumir un liderazgo en el tema de prevención tanto a nivel de cuencas como de zona urbana, en coordinación con instituciones nacionales.
