El conservador y restaurador César Maguiña Gómez, dijo no estar de acuerdo que las obras orientadas al desarrollo del turismo cultural, dañen o alteren la autenticidad del bien cultural.
“He comunicado al Ministerio de Cultura, a la Dirección Desconcentrada de Cultura de Lambayeque, a la Municipalidad Provincial de Lambayeque las observaciones que considero deben tomarse en cuenta.
“La primera observación a estas obras es la denominación inexacta como “complejo turístico parroquial”, la exacta denominación del conjunto arquitectónico religioso es como Conjunto Monumental Templo Matriz de San Pedro y Ramadas, según la resolución directoral del Ministerio de Cultura N° 1291,del 17.9.2008, declarado como Patrimonio Cultural de la Nación, que está conformado por el templo Matriz de San Pedro, los atrios y espacios comprendidos dentro del perímetro que lo rodea y las ramadas de San Francisco, Santa Catalina y San Roque, área que se encuentra aprobada según el plano de delimitación del conjunto monumental, e inscrita como tal en los Registros Públicos”, detalló.
Asimismo, señala que con este tipo de proyectos de carácter turístico se está interviniendo en el Patrimonio Cultural de la Nación, sin cumplir la legislación de protección del patrimonio cultural, ni las normas técnicas nacionales y acuerdos internacionales de la conservación y restauración del patrimonio cultural.
“La tercera observación es de carácter eminentemente técnica y es la más alarmante, se trata del cambio de pisos del atrio y muros perimétricos que está realizando el consorcio San Pedro, en el atrio del Conjunto Monumental del Templo Matriz de San Pedro y Ramadas, utilizando maquinaria pesada de construcción, como volquetes de gran tonelaje, martillo hidráulico, excavadoras, cargadores frontales, rompiendo el piso del atrio que rodea el conjunto monumental, causando daño irreversible al patrimonio cultural de la nación”, señaló.
Maguiña Gómez, advierte que la autenticidad puede verse amenazada por la destrucción de los estratos históricos, por el reemplazo moderno de elementos originales y por la adición de nuevos elementos incompatibles con la arquitectura histórica.
“La intervención de un sitio cultural reconocido como patrimonio con metodologías contrarios a la conservación y restauración y el uso de maquinaria pesada de construcción en el sitio cultural religioso mencionado ha provocado vibraciones intensas en el ambiente histórico que pone en potencial peligro a la arquitectura colonial del siglo XVII, en especial a la portada de pies de la Ramada San Roque, que presenta profundas fisuras en los muros y varios grados de inclinación estructural”, precisó.