Los niños y adolescentes con habilidades especiales tienen el derecho de desarrollarse en un ambiente que les permita enfrentarse a la sociedad, pero en los colegios aún falta mejorar muchos puntos para contar con una verdadera educación inclusiva.

 

La decana del Colegio de Profesores, Merly Berríos Sánchez hizo una evaluación sobre la educación inclusiva e indicó que falta fortalecer estrategias, que permitan desaparecer las limitaciones y que el niño realmente desarrolle.

 

“El Estado no está generando las condiciones académicas necesarias para que los niños logren la competencia y aprendan conocimientos nuevos”, acotó.

 

Recordó que hasta hace unos años funcionaban los colegios dedicados exclusivamente a atender a niños con discapacidad visual, auditiva, entre otros, pero ahora todos asisten a los colegios inclusivos.

 

“El problema es la inserción a la vida social, el Estado dice igualdad de derechos y han trasladado ese trabajo a los docentes, pero saltan las necesidades porque no le damos al niño lo que necesita para poder empoderar sus capacidades y enfrentarse en un mundo competitivo”, comentó.

 

Los especialistas del Servicio de Apoyo y Asesoramiento a las Necesidades Educativas Especiales (SAANEE) capacitan a los profesores, pero no es suficiente.

 

La propuesta es que, se tenga que dinamizar la enseñanza, de tal manera que la educación sea la adecuada y que los docentes no solo se capaciten mediante la página web del Ministerio de Educación, sino que tengan el acompañamiento pedagógico.

 

“Como norma se sabe que los alumnos con capacidades diferentes no pueden ser desaprobados de los cursos y que deben contar con calificaciones buenas, pero eso solo ayuda a que los niños sociabilicen”, expresó.

 

Por ejemplo, mencionó que respecto a cálculo matemático, los niños podrían aprender con ayuda del ábaco y el sistema braille, pero eso no existe en los colegios.

 

La también subdirectora del colegio Pedro Abel Labarthe Durand expresó que no se dan abasto para atender a un aula con 30 alumnos más los niños con discapacidad, a quienes el trato y educación es diferente.

 

“El alumno generalmente escucha, pero no capta los conocimientos, por eso los docentes no estamos cumpliendo a cabalidad el trabajo de enseñar. Que quede claro que ellos no son una carga, sino que buscamos las mejoras para la atención de los niños”, refirió.

 

La familia es otro de los puntos importantes, hay quienes apoyan y aman a sus hijos, pero también está la otra cara de la moneda, quienes no les importan y solo cumplen con llevar a los pequeños al colegio.