os actuales acontecimientos sociales han generado diversas posturas sobre la presencia masiva de extranjeros en nuestro país. Una de las más reiterativas es, sin lugar a dudas, la ausencia de fuentes de empleo como consecuencia de una sobrepoblación inmigrante. Esto es explicado por especialistas desde diversas miradas.
DESDE LAS AULAS
Nerita Tarrillo Dávila, docente de la IE Félix Román Tello Rojas, con una maestría en Docencia y Gestión Universitaria, se desempeña en el área curricular de Educación Para el Trabajo.
Al iniciar esta labor en el 2012 identificó que desde la formación escolar se debe impulsar con mayor énfasis cursos o talleres que permitan a los estudiantes desarrollar capacidades de emprendimiento, como por ejemplo ‘Jóvenes empresarios formando empresas’, iniciativa que se fomenta en algunos colegios de la región Lambayeque.
La educadora, quien en el 2017 fue la ganadora regional del concurso ‘Maestro que deja Huella’, también insta a que asignaturas ya establecidas dentro del currículo escolar secundario público, como es la de ‘Educación para el Trabajo’, puedan cobrar un protagonismo entre las demás. Siempre con la intención de amoldarse a las nuevas exigencias del mercado laboral; y ya no solo pretender que los estudiantes tengan conocimientos básicos de electricidad o carpintería.
Tarrillo Dávila explica, desde su propia experiencia dentro de la educación, que del total de estudiantes dentro de un curso de emprendimiento o formación laboral, el 70% muestra interés en poder establecer su propia empresa, gracias a las distintas posibilidades de comodidad que brinda: ser tu propio jefe, manejar tu propio horario e independencia económica.
“Sin duda, ese es un panorama en el que las autoridades educativas tienen que poner atención. El emprendimiento de los lambayecanos debe tener mayor responsabilidad social y ambiental, y que esto se tiene que fomentar desde las aulas escolares, pues son contextos actuales de la globalización. Igualmente, instruir a los estudiantes sobre nociones de formalización de empresas y leyes sobre el trabajo en nuestro país”, expresa.
CUESTIÓN DE GANAS
A su turno, la psicóloga y coach Giulliana Cañola Ramírez, coincide en lo dicho por Carlos Domínguez, director de Team Academy Perú, quien argumenta que en nuestro país el espíritu de emprendimiento despierta muy tarde; por encima de los 28 años. Mientras que en países de Europa, jóvenes de los últimos años escolares, con apenas 19 o 20 años, ya se encuentran haciendo empresa.
Esto respalda lo expresado por Tarrillo Dávila, ya que el inculcar en los educandos la iniciativa de aventurarse en el mercado laboral aportará a que las estadísticas de emprendedores en el Perú sean relevantes. Teniendo más instituciones, habrá más puestos de trabajo.
Cuestión aparte, Cañola manifiesta que el inmigrante deja su lugar habitual de residencia porque no encuentra lo que busca. El lambayecano puede o no quedarse en su ciudad. Si se queda es porque ha visto que el mercado le es propicio y su deseo de crecer en su propia tierra es importante. Sin embargo, si decide ir a otros lugares a emprender, es porque su visión se ve ampliada por otras motivaciones.
Esto es señalado por la psicóloga debido a los recientes acontecimientos de inmigración de ciudadanos venezolanos hacia el Perú. Las reacciones que han tenido los peruanos ante tal eventualidad son numerosas. En todas se comprende el punto de vista de cada uno. Mas ella manifiesta que si existe competencia equitativa y se hace lo que muchos otros países hacen: el otorgarle prioridad a su propia población, sin excluir a otras; todo estará bien.
LOS NÚMEROS
Alberto Guzmán Enríquez, director de Empleo y Capacitación Laboral de la Gerencia Regional de Trabajo de Lambayeque, señala que se espera insertar, hasta el final del 2018, alrededor de 5700 jóvenes al mercado laboral en la región, a través del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.
Asimismo, el funcionario precisa que programas como ‘Impulsa Perú’ y ‘Jóvenes Productivos’ son pilares básicos, desde el Estado, para favorecer el emprendimiento y empleabilidad de los ciudadanos, pero, todavía no han tenido el impacto necesario; pues hay personas que no valoran las iniciativas públicas.
Guzmán añade que son más de 150 000 los estudiantes que cada año terminan el colegio, y que no todos pueden acceder a universidades o institutos para continuar con su formación. Entonces, básico que estas personas tengan fundamentos de emprender, o lo menos el interés de formar parte de cursos o talleres sobre el tema.
Guzmán Enríquez, remarca que la idea es que estos emprendedores se vean convertidos, a la brevedad, en microempresarios y posteriormente se consoliden; lo cual permitirá generar empleo. “La fuerza de empleo que ellos forjen afectará de forma positiva en la economía de los empleados; así como para la región”, finaliza.