El econocido joven politólogo Jorge Luis Vallejo Castello, nos brinda algunas reflexiones para lograr el fortalecimiento de la democracia en el país, que implica la reforma inicial de los partidos políticos, un sinceramiento para que sean buenos cuadros y, el ciudadano opte no por el amigo o el que le regaló sino por el que reviste trayectoria. Aquí la entrevista.
1.- Se sabe que las listas de candidatos que postulan a la diferentes alcaldías y gobierno regional están conformadas por quién “apoya” más en la campaña ¿cómo democratizamos ello, si se considera el aspecto económico como primordial en la conformación de listas,” indudablemente no voy a tener éxito en mi campaña sino tengo recursos económicos”?
Eso es un gran reto. El punto está en la propia reforma que deben hacer los propios partidos políticos y si bien es cierto, ellos están facultados por norma y además hay la posibilidad de que presenten invitados, el tema que haya invitados no es abusar de la posibilidad para invitar a gente que por el tema de recursos económicos con los que cuenta, puede costear una campaña, por eso se le invita. El asunto es reformar los partidos políticos para que realmente se haga un trabajo de base y sean los propios militantes de los partidos, los que puedan optar por las plazas de postulación por el trabajo que vienen haciendo en la organización partidaria; con el cuidado también de que esto no sea lo que un dirigente diga, porque sus amigos sean tales o cuales dentro del propio partido los que van a postular, es lo que suele pasar.
Hay un pleito con la base cuyos dirigentes forman cúpulas que agarran el mando y designan quienes van a ser los postulantes y, esto no puede ser.
Yo propongo sinceramiento de las organizaciones políticas en el sentido de un mejor trabajo desde la base de cada partido y no abusar de la figura del invitado independiente, que permite convocar a una persona que tiene muchos recursos económicos para costear una campaña.
Lo otro es -si bien es cierto- hay una responsabilidad de la organización política de filtrar correctamente a los candidatos. No puede ser el caso de que la organización política luego se queje que el señor era investigado por narcotráfico y no sabían, que el señor era investigado por casos de corrupción grave y tampoco sabían, en fin de una serie de delitos y problemas ¿es que en 30 millones de peruanos no hay una persona competente para que pueda ocupar una plaza y se tiene que escoger a cualquiera que cae por allí y porque tiene recursos económicos o que está investigado o vinculado a temas serios o, son tan poquitos en cada organización que a cualquier persona se le postula? Hay que buscar cuadros óptimos. No creo que en nuestro país no haya en 30 millones de habitantes los cuadros capaces.
No quiero decir que los 30 millones de peruanos van a ponerse la mano en el corazón y van a salir como candidatos, sino estoy hablando de los candidatos en las listas y hay un equipo que acompaña al candidato porque hay funcionarios que se tiene que cubrir cuándo se gana una elección como gerencias en el caso de gobiernos municipales o regionales, con quiénes se cuenta para completar esos cuadros. ¿Son personas idóneas, son los amigos que apoyaron en la campaña, es un pago de favores o es buscarse a cualquiera que pasara por allí?
Esos son los temas que las organizaciones tienen que sincerar y respetar algo, que la norma de organizaciones políticas viene estipulando desde el 2003, que es el tema de la democracia interna o sea si se tiene un trabajo de base, si tenemos un filtro adecuado para tener los cuadros más idóneos, la competencia interna tiene que ser entre los mejores y la discusión entre yo soy del partido A y quiero que la municipalidad tome este rumbo con este tipo de objetivos, en cambio yo soy B y deseo que tome este rumbo; entonces la militancia qué decida cuál de las dos caminos es el adecuado para elegir al candidato, pero estamos compitiendo entre los mejores y no solamente en los que tiene más dinero para realizar campaña.
Hay que afinar nuestros filtros y hay que trabajar mejor la democracia interna y que no solamente sea un proceso más en el cual ya hay una lista decidida y la gente da fe de que esa va a ser la lista de candidaturas; que sea realmente una competencia entre los mejores de cada partido ¿o es que los partidos están tan pobres que no tienen buenos cuadros?, se interroga.
2.-Está usted de acuerdo con el proyecto de ley que plantea que participen en las elecciones los partidos políticos que tienen una fecha de creación de tres años como mínimo y que postulen como candidatos solo aquellos militantes que tienen igual número de años de antigüedad, ¿cree que con ello se fortalecerá las organizaciones políticas y acabará con la informalidad y el trasfuguismo?
Creo que se debe reforzar a las organizaciones políticas y que éstas deben demostrar un trabajo en el terreno y más cercano con la gente antes de postularse a una elección. Tampoco es el aspecto que ahorita empiezo a recolectar mis firmas y me lanzo a la aventura.
Considero que como todo proyecto, una organización política que se cree con seriedad, debe tener un proceso de maduración. Se está estipulando que sean tres años y puede que sea un periodo por discutir si son dos o tres años en fin, pero sí creo que debe haber un periodo de trabajo y por qué apresurarse, por qué querer poner como decimos coloquialmente la carreta delante de los caballos, gobernar es una cosa seria no una aventura, ni tampoco se trata de reunir a todos los disconformes de distintos grupos políticos y hacer una movimiento político que se convierta en una recicladora.
Están los que han sido expulsados de otros partidos que están flotando y lo invito, ¿pero qué comulgan entre ellos, que los une, el hecho de querer ganar; pero qué postulados programáticos comparten en común, compartimos ideales, una visión; de hecho hay discrepancias, pero se comparte la visión general?; pues luego vemos cómo se quiebran las bancadas, como hay dispersión, hay facciones y mientras más pelean y más discuten los proyectos más se retrasan.
“El proceso de maduración es como una familia, uno sabe cuáles son sus desavenencias en el trascurrir de la vida.