Detrás de Chiclayo hay toda una historia por contar, y la mejor muestra de ello son las antiguas casonas que aún sobreviven en el tiempo. Algunas restauradas, otras abandonadas, dentro de ellas hay una que con toda y su historia fue rescatada, para convertirse en el emprendimiento más exitoso y fuera de lo común que existe en la ciudad.
Cinco esquinas. Todo empieza en este lugar, conocido antiguamente con este nombre. Casi en toda la esquina de la hoy calle San José, cerca al parque Federico Villarreal, donde anteriormente culminaba la ciudad de Chiclayo y más allá no había más que chacras, hace nueve meses se inauguró lo que sería el primer café latino de la ciudad de la amistad.
Nos cuenta Yasmin Scarlett de María Benavente Durand, propietaria del negocio y natural de Puerto Eten, que la historia de la casona la inspiró a pensar en un negocio y rescatar el concepto de los grandes cafés de antaño. Es así como nació Mulata, café latino. Un espacio, en la que cada parte de su estructura narra un fragmento del pasado, convirtiéndose así en el elemento fundamental para que este negocio funcione.
“La casona no es mía, la alquilo. Después de estar mucho tiempo fuera volví a Chiclayo y un día estuve caminando por este lugar y observé la casa. En ese tiempo después de las lluvias, la encontré muy maltratada, pero a pesar de eso su infraestructura llamaba la atención. En esa época por su apariencia parecía una casa abandonada pero en realidad era un estudio jurídico y se alquilaba a diferentes abogados. Pero todo era muy antiguo, la casona no tenía mantenimiento”, dijo.
Entre conversaciones y arreglos, Yasmin Benavente logró llegar a un acuerdo con el dueño, por lo cual se encargó de la restauración de la casona que data de 1930. Una vivienda con historia, porque en su afán de querer conservar y emprender un negocio, pudo conocer que el dueño original de aquel antiguo predio, fue un importante escritor, abogado, actor y poeta illimano de la época, que escribió el famoso libro a Golpe de Arpa.
“Tal cual era la infraestructura de la casa, tal cual está, con claraboya, zaguán y con un techo alto de cinco metros. El señor Jorge Vásquez, conocedor de la historia de Chiclayo me ayudó a investigar sobre esta vivienda y resulta que quien mandó a construir la casa fue Rómulo Paredes Gonzáles, alcalde de la ciudad en dos periodos; quien fue conocido porque escribió una novela costumbrista importante para la época, muy vendida en Lima”, comentó.
Yasmin nos cuenta que la visión que maneja su emprendimiento tienes tres importantes ejes, que el barrio viejo de Chiclayo renazca como el “Cinco esquinas”, que la gente conozca sobre la historia de la casa y el dueño original, y conservar la casa para que junto al negocio, sobrevivan en el tiempo.
“El concepto que manejamos aquí es ser un café latino antiguo, de los que se ven en La Habana, Colombia, incluso en Lima. Y como la casa fue de un artista yo quiero que la casa también exprese eso, aportar con la cultura, haciendo un balance entre lo comercial y cultural. Si quieres escuchar boleros, salsa antigua, una peña criolla pueden venir aquí, verán verdaderos artistas”, dice.