Cámaras grabaron asalto a dos estudiantes
La tristeza se apoderó de Chiclayo ayer viernes 28 de noviembre cuando el cuerpo del suboficial de la Policía Nacional, Gustavo Chávez, retornó a su ciudad natal después de perder la vida en un acto de heroísmo. El silencio y el dolor marcaron la llegada del féretro, que simbolizaba no solo la partida de un joven policía, sino también el sacrificio extremo que asumió para salvar a otros.
Chávez, de apenas 26 años, falleció durante una intervención policial en la región San Martín, donde intentó rescatar a dos ciudadanos que habían caído a las aguas del río Sisa. En medio de la emergencia, el suboficial actuó sin dudar, cumpliendo con su deber y entregando su vida en un gesto que conmueve al país. Tras conocerse el lamentable desenlace, el comando policial dispuso un vuelo especial para trasladar sus restos hasta Lambayeque.
En la base de las fuerzas policiales de Chiclayo, altos mandos y miembros de la Unidad de Emergencia recibieron con profundo pesar el cuerpo del joven agente. Sus compañeros, visiblemente afectados, rindieron honores reconociendo la valentía que lo acompañó hasta sus últimos segundos.
El cortejo continuó hacia su vivienda en el distrito de José Leonardo Ortiz, donde familiares, vecinos y colegas lo esperaban entre lágrimas, oraciones y muestras de solidaridad. La escena reflejaba el impacto que su pérdida ha causado no solo en la institución policial, sino también en una ciudadanía que hoy llora la partida de un héroe.
Gustavo Chávez deja en la orfandad a una niña de dos meses, convirtiendo esta tragedia en un recordatorio del riesgo que asumen quienes trabajan por la seguridad del país. Su memoria queda grabada como un ejemplo de valor, servicio y profundo compromiso con la vida de los demás.
+NOTAS
El suboficial Gustavo Chávez fue recibido con honores en Lambayeque, tras morir heroicamente al rescatar a dos personas en el río Sisa.
