Presencia masiva de comerciantes ambulantes y descarga de mercancías en la vía pública en centro de abasto.

El tránsito vehicular en los alrededores del mercado Moshoqueque, en el distrito chiclayano de José Leonardo Ortiz, se encuentra desbordado debido a la gran cantidad de comerciantes ambulantes y descarga de mercaderías en la vía pública.

Transportistas y vecinos expresaron su malestar por la congestión que se genera.

Esta problemática se agudizó ante el anuncio de la comuna distrital sobre la inminente liberación de vías y desalojo de buhoneros en la zona.La mencionada medida ocasionó diversas reacciones entre los implicados, especialmente entre los comerciantes y vecinos del centro de abasto.James Prado Ayala, dirigente de la Asociación del Primer Sector del mercado Moshoqueque, sostuvo que el mayor objetivo es desconcentrar el comercio de Moshoqueque para construir polos comerciales y generar empleo en otras zonas del distrito.De manera enfática, Prado Ayala se mostró a favor de una reconstrucción del emporio con inversión pública y con oportunidades para informales y formales.“No es tarea de corto plazo, pero es urgente que el Gobierno Central y los municipios asuman competencias en un moderno Moshoqueque”, manifestó Prado.A la compleja problemática de la informalidad ambulante se aúna la congestión vehicular que asola al centro de abastecimiento.Ante ello, conductores del transporte público denunciaron que la multitudinaria presencia de vendedores en la calle y la obstaculización de las vías por la descarga de productos generan un verdadero caos circulatorio que dificulta el tránsito de camiones, combis, mototaxis y demás automotores.“Existen momentos en los que es prácticamente imposible movilizar los vehículos entre semejante congestión”, señaló el conductor Manuel RojasAsimismo, remarcó “los informales se adueñaron por completo de las pistas y uno debe aguardar durante varios minutos para poder avanzar un par de cuadras. Impera un desorden monumental”.Por su parte, los peatones manifestaron su malestar por las dificultades para transitar por las congestionadas aceras del lugar. “Debemos esquivar constantemente a los vendedores y sus productos amontonados en el piso. Caminar por aquí se convirtió en toda una hazaña”, expresó Rosa Gutiérrez, pobladora del distrito.