Pese a que la obra “Creación de la Red de Agua Potable y Alcantarillado con Conexiones Domiciliarias en los pueblos jóvenes: Señor de Misericordia, Ampliación Santa Lucía, El Nazareno y Nuevo Horizonte”, fue recepcionada por la Municipalidad Distrital de José Leonardo Ortiz (JLO), a la fecha sigue sin funcionar.

 

Esta situación fue expuesta por los mismos pobladores de los sectores, quienes hace poco salieron a protestar a las calles leonardinas y confirmada por el alcalde distrital, Elber Requejo Sánchez.

 

Este proyecto fue ejecutado por la comuna de JLO por un monto final de S/ 3 443 361.02, a través del consorcio San Gabriel y cuya supervisión estuvo a cargo de Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel) vía el consultor Nuevo Horizonte.

 

Mediante el Acta de Recepción de Obra de la Gerencia de Infraestructura y Desarrollo Urbano, el mencionado proyecto fue recibido el 3 de abril del presente año por el comité responsable.

 

Este comité estuvo integrado, por parte de la comuna leonardina, por Joel Rodríguez Pereira (presidente); Richar Wagner Chicana Elera, José Ángel Cortes Morales y Antonio Bustillos Rodríguez.

 

Mientras que por parte del consorcio ejecutor firma esta acta Oscar Segundo Torres Albán (residente de obra) y Luis Héctor Vilca Yarma (representante común).

 

En el documento de recepción de obra se lee: “La comisión de recepción procedió a realizar el recorrido de los frentes de trabajo para verificar las subsanaciones, siguiendo lo estipulado en el Acta de Observaciones de fecha 3 de noviembre de 2022, encontrando conforme luego de verificar el levantamiento de las observaciones hechas por el contratista, razón por la cual la comisión procede a recepcionar la ejecución de la obra…”.

 

Al respecto, el burgomaestre leonardino, Elber Requejo, comentó que falta la conexión del agua potable; sin embargo, esto le correspondería a Epsel. “Es simplemente conectar a la red (nueva) principal (agua)”, dijo.

 

“El problema era que hasta la gestión anterior del Gobierno Regional de Lambayeque no nos daba el permiso en la avenida Chiclayo, pero ahora ya se firmó para pasar la tubería (línea de impulsión) desde la planta de agua de Epsel hacia el tanque elevado ubicado en el sector de Villa Hermosa”, comentó el burgomaestre, en clara alusión a la otra millonaria obra ejecutada hace años (gobierno de Humberto Acuña Peralta), la cual tampoco entra en funcionamiento y se complementa con esta.

 

Añadió “tenemos pendiente de Epsel no solamente la conexión a esa red, sino también de la conexión del agua potable al tanque elevado”.

 

“En Epsel deben hacer la interconexión, lo habían programado para fines de este mes, hubo cambios en Epsel y seguramente eso está demorando”, manifestó.

 

Agregó que luego de estos trabajos pasará a ser transferida a Epsel.

 

Para entender mejor este problema de saneamiento básico, el cual no solo conlleva a que estos cuatro pueblos jóvenes de JLO puedan contar con el servicio de agua, La Industria ‘buceó’ en sus archivos.

 

La situación se remonta al primer gobierno del entonces presidente regional, Humberto Acuña Peralta (2011-2014), el cual ordenó la ejecución (2013) del tristemente recordado proyecto de agua y desagüe en el gran conglomerado de pueblos jóvenes conocido como Villa Hermosa, por un valor de S/ 20 millones.

 

Tres años después (2016) y luego de varias paralizaciones, los trabajos culminaron, pero Epsel se negó, en un primer momento, a recepcionarlos, porque sabía de los inconvenientes que asumiría. Tras mucha presión, Epsel, la recibió.

 

Recepcionada se esperaba que el proyecto funcione, pero no fue así, ya que la Contraloría detectó graves deficiencias en su proceso constructivo.

 

De acuerdo a los informes de control, el consorcio ejecutor (en Villa Hermosa) IOTA construyó tres pozos tubulares a una profundidad de 40 metros, sin tener en cuenta el estudio de prospección geoeléctrica que recomendaba solo hasta 31 metros profundidad. Esta irregularidad ocasionó la contaminación del agua potable con agua mineralizada.

 

Dicha situación obligó a Epsel a plantear otra obra –de S/ 4 millones– para la instalación de una línea de impulsión, la cual traería agua de otra zona para cargar el tanque elevado que abastecería a todo el gran conglomerado de pueblos jóvenes.

 

A pesar que la línea de impulsión se inició el 2020, hasta el momento no concluye, por lo que ninguna nueva red que se conecte a esta troncal será abastecida con el vital líquido elemento.

 

La Industria buscó la versión de Epsel, desde donde informaron que la municipalidad debe transferir la obra.

 

“De acuerdo con la información de la Subgerencia de Obras de la Epsel, la obra en mención (de los cuatro pueblos jóvenes) fue ejecutada por la Municipalidad José Leonardo Ortiz, financiada por el Programa Nacional de Saneamiento Urbano”, comunicaron desde el área de Imagen de la empresa del agua.

 

Agregaron “al respecto, Epsel solo participó en la supervisión, y de acuerdo a ley, el ente ejecutor debería concluir dicha obra, ya que hasta el momento no se ha efectuado la transferencia de la misma”, indicaron.

 

Algunos moradores de los cuatro sectores implicados en la obra indicaron que hace 17 años aproximadamente no cuentan con el servicio adecuado de agua potable.

 

Las familias afectadas compran diariamente baldes de agua ante la carencia de este líquido elemental.