Más de 1200 medidores de agua fueron sustraidos en Chiclayo, en lo que va del año, según el reporte de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel).

 

Según el registro, en José Leonardo Ortiz robaron 938 registradores de agua potable, en Chiclayo 272, en Pimentel 23, en la Victoria 20 y Pampagrande 1, lo que da un total 1254.

 

Este hecho no solo supone un problema para la empresa encargada de la reposición de estos dispositivos, sino también para la población que sufre las consecuencias.

 

Según el gerente general de Epsel, Jorge Aspíllaga Valderrama, la sustracción de estos artefactos es “un problema sin solución aparente”.

 

“Solo algunos de los delincuentes son capturados, luego el caso pasa a Fiscalía, pero por el monto del robo no pueden quedar detenidos o ser procesados”, explicó el gerente.

 

Desde la empresa se argumenta que este acto debería ser considerado un delito contra la salud pública y no solamente un robo.

 

“Cuando se sustraen estos medidores, se desperdicia agua. Un medidor sin tapa es un riesgo. Además, se pierden 25 metros cúbicos de agua potable”, enfatiza Aspíllaga.

 

“Estos robos generan un costo adicional para nosotros, de entre 180 a 200 soles por cada medidor repuesto y genera malestar en la población. Si se endurecieran las sanciones, estoy seguro de que los robos disminuirían”, asegura el gerente.

 

Aspíllaga también instó a los afectados a denunciar el robo tanto a la comisaría como a Epsel, para evitar la penalización al usuario.

 

Finalmente exigió que las autoridades tomen medidas preventivas y sancionatorias contra aquellos que reciben y venden los contadores por su contenido de plomo.

 

A su vez, Cesar Aspíllaga indicó que en caso de que Epsel no tenga medidores en stock y el usuario lo requiera con urgencia, la adquisición de un medidor personalmente es opcional, siempre y cuando se registre. 

 

El último robo de medidores se registró en la calle Huáscar de José Leonardo Ortiz, donde se sustrajeron dos registradores.

 

Hace unas semanas la Policía detuvo a dos sospechosos, presuntos miembros de la banda delincuencial “Los Rápidos de Salamanca”.

 

Los individuos detenidos, identificados como José Suárez Gómez, alias “Chamo”, y Yonarquer Jesús Barrios Suárez, conocido como “Flaco”, fueron interceptados en la calle San Antonio y San Pablo.

 

Tras el registro personal, se descubrió que Suárez poseía una bolsa de plástico que contenía cinco medidores de agua, valorados aproximadamente en 750 soles.