En cuarenta días, la región ha vuelto a ser azotada por la delincuencia en sus diferentes modalidades. Sicariato, marcaje y el robo siguen resaltándose en los titulares de la prensa local, y dejando a cientos de familias sin sus preciadas pertenencias, y a otras llorando las víctimas mortales de la criminalidad.
Hechos
El pasado 3 de enero, la región despertó conmocionada con el asesinato a sangre fría del teniente de la Polícia, Wilson Quispe Aliaga, entre las calles Francisco Cúneo y Loreto, a pocas cuadras de la Comisaría del Norte, donde además laboraba la víctima.
Su muerte provocó la participación especial de efectivos de Lima para dar con el paradero de los victimarios, quienes finalmente fueron capturados a finales de enero.
Tras ello, en diferentes puntos de la región se empezarían a registrar diversos asaltos. En Chiclayo, por ejemplo, un cambista fue despojado de la suma de 200,000 soles cuando se encontraba en la avenida José Balta, y pese a que la zona financiera era aparentemente resguardada por efectivos Antimarcas.
Unos días después, una familia de Pátapo fue asaltada por unos malhechores, hasta hoy no identificados, quienes se llevaron 10,000 soles producto de la venta de un terreno ubicado en el sector La Cría del referido distrito. Una suerte similar correría una trabajadora del grifo Esperanza, a quien le robaron 30,700 soles cuando se disponía a depositarlos en una entidad bancaria.
Por esas fechas, un joven administrador terminaría siendo víctima de robo en la modalidad de falso taxista, cuando se trasladaba de Pomalca hasta Chiclayo. El joven de 31 años fue atacado por el falso conductor, pero también por sus cómplices quienes fingieron ser pasajeros.
Pese a esta racha de asaltos, ocurridos solo en febrero, Wilmer Joaquín (20) y Heberth Llontop Portocarrero (37) no correrían la misma suerte cuando decidieron asaltar a una jovencita del pueblo joven Diego Ferré. Los vecinos de la zona prendieron fuego a la unidad.
Marcaje
Como hace unos diez años, donde el marcaje y la extorsión se convirtieron en el terror de la población. Jean Pool Aidair Vásquez Vílchez y un menor de 17 años, presuntos integrantes de “Los Malditos del Real Plaza” exigieron el pago de 300 soles a un ciudadano de 43 años para devolverle su teléfono celular, sustraído unas horas antes. Ambos sospechosos actualmente se encuentran privados de la libertad.
Lo mismo sucedería con Sonia Magdalena Julca Díaz y Kevin Steve Huamán León, quienes, protagonistas de dos hechos delictivos distintos, fueron detenidos por exigir –en el primer caso- la suma de 5,000 soles a una estilista; y por robarle más 130,000 soles a un hombre de 60 años, en el último caso.