Lo sucedido el viernes en pleno centro de Chiclayo, donde asesinaron a dos personas a plena luz del día, es un mal precedente y podría significar el desborde de las acciones delictivas, si no se toman medidas inmediatas y adecuadas.

 

“Efectivamente Chiclayo ha sido testigo ayer (viernes) de un hecho lamentable y aterrador, creo que como colegio profesional eso causa indignación y sobre todo preocupación, porque este acto de violencia atenta contra la tranquilidad y la paz social”, sostuvo el decano del Colegio de Sociólogos de Lambayeque, Manuel Ulloque Sandoval.

 

 

Agregó que es un mal precedente y debe tomarse cartas en el asunto, la policía y el Ministerio del Interior (Mininter) deben actuar de manera inmediata, porque esto se puede desbordar; “estamos viviendo en una ciudad muy violenta y esto es muy preocupante”, aseveró.

 

Comentó que el año pasado como Colegio, participaron en una agenda contra la inseguridad ciudadana que promovió el Mininter, pero lamentablemente los cambios en la esfera política no han permitido continuar con la estrategia.

 

Indicó que es importante que a través del Mininter se vuelva a tener este tipo de espacios en donde los colegios profesionales y universidades de manera programada asistían a los lugares donde hay índice delincuencial; la universidad otorgaba becas a los jóvenes, mientras los colegios profesionales se reunían con las juntas vecinales; “debe continuar esta estrategia para que las instituciones se sientan comprometidas en este problema”.

 

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque, Olivio Huancaruna Perales, manifestó que es una tendencia creciente y especialmente un deterioro de los valores, porque la política de seguridad no está garantizada ni bien implementada.

 

“No es culpa de una institución, sino la forma cómo no es proveída de los insumos suficientes; a vaces las leyes tampoco acompañan a un buen accionar de la policía, normalmente se detiene por horas o por días y los que infringen la ley, normas o costumbres, no tienen penalidad”, aseveró.

 

Añadió que el sistema no está funcionando y es un clamor, la gente quisiera tener un mínimo de seguridad para salir a la calle, que sus hijos puedan regresar a casa. “Esto va a seguir si es que la sociedad no se hace escuchar y obedecer”.

 

Ulloque Sandoval precisó que declarar en emergencia es una salida, siempre y cuando no sea de carácter solamente declarativo, sino que venga acompañado de un plan de acción efectivo y presupuesto. “Porque si declaramos en emergencia y solo se puede autorizar que los gobiernos locales, regional e instituciones competentes comiencen a hacer compras sin ninguna planificación, creo que vamos a seguir en lo mismo, tiene que ser un plan de acción y sobre todo hacer un seguimiento y control a ese plan”. Comentó que en Trujillo, por ejemplo, no se ha solucionado el problema y hay que entender que la delincuencia pasa por un trasfondo social, hay mucho detrás como el desempleo, problemas sociales y la misma violencia familiar.

 

Huancaruna Perales señaló que hay una experiencia con las rondas campesinas, pero se ha politizado el tema; “quienes quieren manipular las rondas urbanas pretenderían politizarlas y esa no es su razón de ser; la sociedad las necesita, pero como se conciben cosas distintas”.