El ex jefe policial de Lambayeque, Max Henry García Esquivel, era el encargado de fijar los “cupos” que los empresarios de discotecas de la ciudad tenían que pagar para no ser perjudicados con operativos inopinados.
Así lo declaró su coprocesado, el suboficial Ray Velásquez Calsin, a la Fiscalía Anticorrupción de Lambayeque, quien precisó que le estaba prohibido hacer tratos sin que el general “tuviera conocimiento”.
DECLARACIÓN
“No, pero debo precisar que me indicó que todo acuerdo que se pudiera dar, primero tenía que decírselo, y él tenía que confirmar ese acuerdo, y que yo no me tomara la atribución de quedar algún trato con alguien sin que él tenga conocimiento, y que el monto que él fije es para él, y que yo vea lo mío aparte con el mismo empresario”, esto fue lo que expresó Velásquez cuando, en su declaración del 2 de agosto, la Fiscalía le preguntó si en algún momento había sido amenazado por el exjefe policial.
El grado de conocimiento que tuvo el general García Esquivel de los cupos cobrados por su, ahora, ex mano derecha a los propietarios de las discotecas estaría presente en cada uno de los encuentros que mantendría el suboficial con los empresarios.
De acuerdo a lo que precisó el agente, el exjefe García le precisó los montos desde el primer encuentro que mantuvo con los propietarios de las discotecas Garden y Frida, a quienes identificó como Jorge Cobos Céspedes.
“Es así que por intermedio de un alférez PNP (...) los dueños de Garden y Frida querían conversar conmigo para acordar un trato (...) y diciéndome para encontrarnos, la cual abordé un vehículo Toyota Yaris que me fue asignado, la cual mencioné al general (García Esquivel) que los dueños de las discotecas Garden y Frida se habían contactado conmigo y que quería hablar, respondiéndome que vaya y que tenga cuidado, indicándole al mismo general que si me hablaban de dinero cuánto era el monto que debía pedir: indicándome que sea 3 mil semanal por las dos discotecas (Garden y Frida)”, refirió.
Esta coordinación se mantendría incluso cuando los propietarios le consultaban si podía rebajar la cifra del cupo, como sucedió con “Garden” y “Frida”, o con “OUT”, otras de las discotecas de la ciudad.
Pese a que el suboficial precisó que él recibía órdenes para el cobro de los cupos, el propio Velásquez ha reconocido que en las tratativas también se aseguraba que el empresario garantizara su respectivo pendiente al del general. Algo que habría ocurrido con el empresario identificado como Oscar Figueroa Balcázar, quien quería convencerlo de dar un cupo semanal por debajo de los mil soles. “Le dije que el “1” (refiriéndome al general) no iba a acceder, le dije que yo simplemente me encargo de trasladar su propuesta al general y es él quien decide, entonces me refiere que podía hasta mil, y cuando le dije y para mí cómo iba a ser, me refirió que de ahí mismo salía para mí, entonces al general le dije que solo podía dar 750 soles y 250 par mí”, aseguró Velásquez.
"CONFIANZA LABORAL"
El escándalo de corrupción al interior de la II Macroregión Policial de Lambayeque, en julio pasado, motivó a que ambos efectivos fueron destacados a Lima. Velásquez ha asegurado que tras ello, el general García habría intentado comunicarse con su persona, aunque sin éxito, debido a que “ya no quería involucrarme”.
De todas formas, el efectivo refirió que conocía a su exjefe desde el año 2006, “cuando trabajaba en el departamento de Robos de Vehículos de Arequipa, existiendo entre ambos una confianza laboral”.
Previamente, se conoció que el oficio 4692-2022, de la Oficina de Administración de la Región Policial de Lambayeque, que todos los movimientos realizados respecto a Velásquez, fueron realizados por orden expresa del general Max García. Para la Fiscalía, ello acredita que “este investigado, pretendiendo que se vea el citado destaque como una separación por haber cometido actos de contenido ilícito, sin embargo era una acción para proteger a dicho investigado de parte del general García”.
28
de julio, fueron detenidos ambos efectivos por orden judicial, en Lima