La falta de decisión para afrontar con medidas inteligentes la lucha contra el Covid-19 en la región es notoria; mientras tanto, el nivel de alerta no es importante, pues se requieren medidas inteligentes que van más allá de cuarentenas o aumentar camas y plantas de oxígeno.

 

“Con el hecho de tomar alto o extremo, el problema sigue siendo igual, en esta época ya no se gana con una cuarentena o toque de queda más temprano”, afirmó el past decano del Colegio Médico, Víctor Soto Cáceres. Refirió que se debe captar al paciente positivo, hacerle su análisis molecular y aislarlo, no hay necesidad de cuarentena de toda la población, sino del paciente para que no contagie, pero eso implica que los municipios faciliten locales, como colegios, locales municipales o coordine con hoteles. “Esta es una gran dificultad, no hay análisis moleculares, si hubiera se pudieran aislar y facilitar oxígeno, pero no hay; llegar a un hospital es para una cama UCI que no hay en cantidad suficiente, no hay equipos ni especialistas”.

 

Explicó que se debe evitar esa complicación con detección precoz, manejo y aislamiento con oxígeno disponible en domicilio o locales de aislamiento.

 

El médico John Joo Salinas sostuvo que estamos nadando contra corriente, tratando de comprar más camas y oxígeno, pero ese no es el camino, pues todas las sociedades del primer mundo, países europeos y los más avanzados en Sudamérica como Chile y Colombia tratan de cerrar la vacunación al 100 % y aplicar una estrategia epidemiológica que se llama la danza del martillo.

 

Cuando el porcentaje de trasmisibilidad del virus baja a menos del 5% se reactiva la economía, pero si aumenta se aplican martillazos (cuarentenas focalizadas o estrictas). Ahora hay índices de positividad que en algunos casos llega al 20% y la trasmisibilidad sigue siendo muy alta. Hasta aplicación de la vacuna deben aplicar martillazos.