En abril último, Essalud informó que alrededor de 60 % de las mujeres que padecieron Covid-19 experimentaron caída de cabello. Dicha condición solo afectó a un 20 por ciento de varones.
La información difundida por el Seguro Social de Salud explicaba que la caída del cabello se debía al impacto emocional y de estrés que dejó contraer dicha enfermedad.
El médico epidemiólogo de la Gerencia Regional de Salud, Jorge Fernández Mogollón, indicó que esta información responde al seguimiento a las personas que se infectaron de coronavirus en la primera ola, al tratarse de una enfermedad relativamente nueva.
“Hay cierta asociación, pues hemos estado encerrados un buen tiempo durante el primer año de la pandemia, en la cual se vivió una incertidumbre económica, laboral, pero sobre todo de salud. Nadie quería enfermarse, pues se creía que era sinónimo de fallecer, y eso conllevó a una situación de estrés emocional en las personas que presentaban más predisposición a la caída del cabello”, señaló.
En ese sentido, explicó que la caída del cabello es una de las diferentes secuelas que se van conocidendo de esta enfermedad.
“Vayamos al otro escenario; a las secuelas poscovid, y donde no solo está la caída del cabello, sino también el covid prolongado que son síntomas que se quedan pasado el período de la enfermedad: taquicardia, procesos respiratorios como palpitaciones, dolores de cabeza, entre otros problemas menos reportados, como la depresión, ansiedad, intentos de suicidio, o disfunción eréctil.
Quizá la explicación científica vendrá con el tiempo porque es una enfermedad relativamente nueva. Lo más estudiado fue su consecuencia respiratoria. pero, a las personas que hicieron covid en la primera ola se les está haciendo seguimiento”, sostuvo.