El 100% de la población lambayecana está expuesta a la contaminación por metales pesados, metaloides y sustancias tóxicas, según un estudio de la Defensoría del Pueblo realizado en todo el Perú.
El informe también señaló una urgente intervención a nivel sanitaria, pero la Gerencia de Salud de Lambayeque aún no responde a ese pedido, mientras la población continúa una vida en constante contacto con estos agentes contaminantes. ¿Pero qué implica una contaminación de este tipo?
Para el médico Alfonso Díaz la exposición a este tipo de sustancias “es un envenenamiento al cuerpo, que repercute en el tema intestinal, respiratorio, en toda la salud, provocando que esta se deteriore”. Agrega que este envenenamiento, “en el transcurso de la vida” va acumulando las enfermedades, lo que a su vez será un factor predominante para la morbilidad y letalidad de las personas expuestas.
Con un cuadro de salud tan grave, ¿cómo se detiene una contaminación que parece no estar en los planes regionales? El médico John Joo considera de vital importancia emprender acciones de vigilancia de manera interinstitucional con el “Instituto Nacional de Salud, con las universidades para que realicen investigaciones y un seguimiento, además de tener acceso a los recursos estadísticos de la región en nuestros hospitales respecto de las áreas de dermatología y hematología donde se pudieron haber visto un incremento de estos daños en la región, y establecer una línea de base y hacer el estudio de dosaje de metales pesados de la población en general, para tener cuantificado a qué personas le vamos a hacer seguimiento periódico de la detección de enfermedades por metales que pudieran presentarse”.
El mencionado informe también indica que Mórrope y Pacora son los distritos con más afectación en cuanto a sustancias tóxicas, que en este caso fue el arsénico, presente en el agua de su consumo diario, y que podría haberles ocasionado daños hematológicos y dermatológicos importantes, como explica Joo.
Pero que, pese a la importancia del peligro que llevan estas poblaciones dentro de sus organismos que no haya sido abordado por las autoridades de manera urgente revela una “falta de liderazgo político” como indica, por su parte, Alfonso Díaz. “Este problema no es ahora, viene de hace mucho tiempo, la población se queja, hace marchas pidiendo auxilio. ¿Les han hecho caso? No. ¿Usted cree que van a priorizar esa contaminación que es antigua?”.
Por lo pronto, el pedido parece coincidir en identificar a la población vulnerable para que, con las pruebas necesarias, se conozca el grado de toxicidad, y que las autoridades actúen.
CRITICAN A DEFENSORÍA
El médico Alfonso Díaz cuestionó a la Defensoría debido a que su pedido de que la Geresa entregue un plan de salud no soluciona el problema. “¿Por qué la defensoría pide un informe? Debe actuar por sanción. La defensoría no está cumpliendo su labor. Tuvimos problemas en el hospital Almanzor Aguinaga, se lo comunicamos, y ellos demoran hasta tres meses en dar una contestación que al final no sirve para nada”, anota.