Desde hace seis meses la esperanza de contar con pistas y veredas renovadas se desvaneció, pues apenas empezaron los trabajos, al parecer, la rotura de tuberías de desagüe paralizó la obra y ahora viven en medio de una laguna de aguas verdes y pestilentes.

 

Se trata de los vecinos de la cuadra 3 de la calle Teresa Fanning en el pueblo joven José Olaya, donde las aguas que se han tornado verdosas producto de la contaminación, les provocan una serie de molestias, desde los olores nauseabundos, hasta la presencia de moscas y demás insectos que temen les causen enfermedades y el recrudecimiento del Covid-19.

 

María Elena Castro Mori, refirió que hace más de mes y medio a dos meses vienen llamando constantemente a Epsel por este problema, pero nadie se acerca a solucionar. “Hemos agotado todo y hasta hemos hablado con el gerente operacional, pero nadie nos atiende”.

 

Refirió que el problema surgió hace seis meses, pero se agudizó en cuestión de mes y medio, por lo que hizo un llamado a Epsel y al alcalde de Chiclayo para que solucionen la avería.

 

El dueño de un taller de mecánica en la zona, lamenta que desde hace seis meses no trabaja y no tiene cómo sustentar a su familia; refiere que ningún auto puede pasar por esta calle y mas bien ya viene recogiendo sus cosas para abandonar el local, ya que no puede pagar más alquiler.

 

En este lugar, según explicaron los moradores, se iniciaron los trabajos de construcción de pistas y veredas, pero todo se paralizó por el desperfecto del desagüe, cuando la máquina estuvo afirmando la tierra rompió al parecer la tubería, pero justificaban indicando que se trataba de agua del subsuelo.

 

Hacen de todo para evitar que el agua contaminada ingrese a sus casas y piden la presencia de la Defensoría.

 

Hay otros puntos donde también hay problemas, como las calles Las Higueras, Las Vegas y Los Mangos.