Las 230 toneladas de basura que produce de manera diaria Chiclayo, podrían ser reutilizadas o simplemente sacarle provecho para beneficiar a la población.
El ingeniero ambiental, Juan Sandoval Valdivieso, explicó que si el municipio no está en condiciones de implementar el Plan Integral de Gestión Ambiental de Residuos Sólidos, debe optar por el proceso de reciclaje y segregación de los residuos.
Explicó que la segregación debe empezar por casa para luego incluir a los mercados, donde se puede obtener residuos orgánicos e inorgánicos, creando abono, compostaje y humus.
Este proceso puede generar pequeños emprendimientos, para aquellas personas que se encarguen de transformar el material orgánico y sirva para los parques de Chiclayo y venta, puesto que hay muchas familias que tienen su jardín y necesitan de material orgánico.
Todo este trabajo se puede realizar siempre y cuando se inicie con educar a los comerciantes y población a fin que apoyen en la segregación de los residuos, es decir a seleccionar.
Respecto a los residuos inorgánicos se puede trabajar con los recicladores, es necesario que estén formalizados y concientizados.
“Son varias personas dedicadas al reciclaje, ellos van a donde hay basura y desparraman todo, eso se puede evitar y hacerlo de manera ordenada, pero todo pasa por la autoridad”, aseveró.
Este trabajo conllevará a contar con una ciudad limpia y ordenada, pero a la vez darle un uso útil a las toneladas de basura que se generan a diario.
“Nosotros pagamos tributos al municipio, entonces es el municipio quien debe liderar el proyecto, generar conciencia para que la población conozca el manejo de residuos”, refirió Sandoval.