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Publicado el Jueves, 20 de Mayo del 2021

Moradores están atrapados por aguas servidas

Cuatro cuadras de la calle Lima permanecen inundadas de aguas servidas.
Dentro de sus casas, sin poder salir, debido a la inundación con aguas servidas, se encuentra casi una decena de moradores de la calle Lima, en el distrito de Pimentel, quienes se han visto sorprendidos por el colapso de las tuberías de desagüe, tras los trabajos de cambio de redes que se realiza en la zona.
 
El último sábado, los trabajos, a cargo de la Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel), mediante una empresa contratista, quedaron suspendidos, lo que motivó que de repente las aguas negras empiecen a inundar las cuadras 5, 6, 7 y 8 de la calle Lima.
 
Lo que se pensaba iba a ser solucionado en poco tiempo, fue empeorando, ante la falta de reacción de los encargados de los trabajos, porque de repente las algunas filtraron a algunas viviendas, mientras que a otras solo llegaron hasta la puerta, pero impidiendo que sus moradores puedan salir.
 
“Hace unos días uno tenía que salir de su casa saltando, porque aún había poca agua, pero luego, desde el sábado, yo al menos no puedo salir porque el agua la tengo al pie de la casa, cual laguna. Sin embargo, si bien la máquina está sacando un poco, pero el nivel sigue igual”, cuestiona Francisco Echeandía Zevallos.
 
Manuel Manosalva Aguilar señala que están viviendo un momento de incertidumbre. “La mayoría de nosotros tenemos hijos. Mi madre es vulnerable y hay vecinos que están aislados. Hay casas antiguas que están filtrando el desagüe dentro de su sala (…). Lamentablemente esta empresa ha empezado a abrir la pista y nos ha dejado cono cuatro días con las aguas que ahora están verdes”, señala.
 
Indica que participó en una reunión con funcionarios de Epsel, estos culparon de lo ocurrido a la empresa contratista, que si bien ayer llegaron a evacuar las aguas servidas no ha sido suficiente hasta el momento.
 
“La calle Lima es la parte más baja de Pimentel, entonces ellos debieron prever que es la zona más baja”, manifiesta Manuel.
 
Tras cuatro días padeciendo por la humedad, los olores nauseabundos y el riesgo de contraer alguna enfermedad, Francisco Echeandía espera que los trabajos de reparación de la avería, solo sea por un momento y vuelvan a dejarlo en el mismo estado, pues espera una solución rápida para que los vecinos de esta zona puedan salir a la calle a realizar sus actividades.
 
 

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