El año pasado, los 217 comedores populares de la provincia de Chiclayo recibieron los alimentos para su funcionamiento, pero después de tres meses, la mayoría se han quedado desabastecidos.

 

La secretaria general de la Federación Provincial de Comedores Populares, Ysabel Rivas, mencionó que al estar a finales del mes de marzo en su mayoría los comedores ya están cerrando sus locales, ya que se terminó el alimento, y se espera que la municipalidad desde el área usuaria y logística puedan ver los productos de buena calidad y a precio justos para que se compren más alimentos.

 

“En su mayoría de los comedores se han quedaron sin alimentos, se han agenciado de algunos kilos de arroz para culminar con lo poco que tenían”, acotó.

 

Sostuvo, desde que los comedores populares reiniciaron con la atención durante la pandemia, todo ha sido diferente. En algunos casos se entregó el alimento en crudo y en otros los alimentos fueron preparados.

 

Explicó que todo depende del número de contagios que exista en el distrito o zona, por ejemplo, el comedor popular “San Martín” de Luya en el distrito de Tumán hace unos días falleció la personas que preparaba los alimentos.

 

En su momento, con los responsables del área usuaria en Tumán, se verificó que 10 de las 15 usuarias estaban contagiadas con Covid-19.

 

Precisó que el panorama es crítico, pues las madres de familia cumplen con todos los protocolos de bioseguridad, pero se registran casos.

 

“En un momento, en mi comedor, de las quince familias, seis registraban casos y cuatro personas estuvieron a punto de fallecer, como también hay personas que han fallecido”, explicó.

 

Desde un inicio, las autoridades debieron coordinar para la aplicación de pruebas Covid-19, a fin de conocer cuál era el panorama para que los comedores reabran sus puertas. “No queremos ser un foco infeccioso, por eso tomamos las medidas de prevención”.

 

Resulta importante que haya una coordinación entre autoridades de la municipalidad, salud y los comedores populares para aplicar las pruebas Covid-19, exclusivamente a las madres de los comedores populares.

 

“Es necesario que el alcalde coordine, se reúna con nosotros, apague el celular y converse sobre la realidad de los comedores, en todo distrito hay un centro de salud a donde se pueden aplicar las pruebas”, aseveró.

 

En la provincia de Chiclayo son 217 comedores populares, cada comedor con 15 socias y cada uno tiene hijos y esposo.

 

Para la entrega de los alimentos a las familias se evalúa las condiciones actuales en que vive, cuántas personas son, si hay niños, si los padres trabajan, etc.

 

“De repente la casa es de material ladrillo, pero fue una herencia o la construyeron en una temporada distinta a la de ahora, todos esos detalles se verifican para dar prioridad”, expresó.